Los desvios.
El desvio es la acción en la cuál el portero cambia la dirección o trayectoria del balón, normalmente en casos extremos.
El portero no sujeta el balón ni lo bloca, sino que lo desvia de su trayectoria para que salga por uno de los lados fuera de la porteria o por arriba.
Estas desviaciones se hacen generalmente con las manos y con los pies, en casos extremos, con cualquier parte del cuerpo.
En esta acción el portero no queda con la posesión del balón, pero es un buen recurso ante balones aéreos que presentan alguna dificultad para el guardameta, normalmente se produce en acciones tales como: corner, libre directo, indirecto, etc.
Para diferenciarlo del despeje, conviene decir que en el despeje el portero se desplaza hacia el balón, y en el desvío es el balón el que va hacia el portero.
Lo mismo que en las paradas blocajes, pueden realizarse en posición de parados, en salto y en estirada y, por supuesto, por ambos lados de la portería y por encima del travesaño.
Cuando el desvio se hace por encima del larguero, y con las puntas de los dedos se provoca una ligera variación de la dirección a la vez que se le imprime mayor fuerza que la que traía, en este caso, suele hablarse de prolongación.
El desvio se aplica cuando la velocidad del balón o su dirección hacen difícil llegar a pararlo, con riesgo incluso de que se cuele entre las dos manos.
En muchos casos, y debido a diferentes circunstancias, el portero se ve en la necesidad de desviar el esférico. Estos casos pueden ser entre otros:
- Violencia del tiro.
- Inseguridad en las manos del guardameta.
- Pelota o balón resbaladizo.
- Acoso del rival.
- Tiros muy equilibrados.
- Densidad de defensores y atacantes, etc.
Es una acción que cobra una importancia relevante en acciones en las que el portero llega muy justo en su intervención y el principal objetivo es cambiar la trayectoria del balón para que el adversario no pueda rematar o para que el balón no pueda introducirse en su portería.
Podríamos decir que el desvío supone una acción de parada incompleta, ya que en éste el portero no se hace con la posesión del balón, por lo menos en primera instancia.
El mecanismo de ejecución sería:
Desplazamiento lateral hacia la dirección del balón (sin cruzar las piernas en la carrera).
Visión fijada en el balón en todo momento.
Impulsión con una o ambas piernas, mediante una leve flexión de piernas.
Extensión de ambos brazos en dirección al balón. Habitualmente sólo se utiliza uno de ellos para efectuar los desvíos.
Posición de las manos ofreciendo ambas palmas abiertas para normalmente contactar con los dedos en el balón.
0 comentarios