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ENTRENADORES DE FUTBOL

Técnica individual: La conducción (1).

CONCEPTO:

La conducción es la acción técnica que realiza el jugador al controlar y manejar el balón en su rodar por el terreno de juego.

CONSIDERACIONES GENERALES:

Importante en su enseñanza es la progresión, es decir, de lo lento y sencillo pasar a lo rápido y superior.

En el fútbol moderno su utilización ha quedado reservada a circunstancias puntuales ya que normalmente resta velocidad al juego, y en el fútbol actual eso supondría un enorme perjuicio.

No obstante se demuestra útil en algunas ocasiones como las siguientes: Acciones de contraataque, acciones de temporización del juego y la acción de rebasar líneas rompiendo la presión adversaria.

BASES PARA UNA BUENA CONDUCCIÓN:

1.- “ Acariciar” el balón. (Significativo de la precisión del empuje, golpeo y fuerza que el jugador aplica al balón en su rodar por el terreno de juego).

2.- La visión entre espacio y balón. (Significativo de mantener una adecuada y repartida visión del balón, de los compañeros, los adversarios y el terreno de juego). (VISIÓN PERIFÉRICA)

3.- La necesidad de la protección del balón. (Significativo de proteger bien la posesión del balón mediante una adecuada cobertura, manteniendo el balón lejos del alcance del contrario poniendo para ello nuestro cuerpo entre el contrario y el balón). (COBERTURA TÉCNICA)

4.- No abusar de la conducción. (Significativo de que el abuso de esta acción técnica ralentiza el juego y nos expone a sufrir entradas y lesiones).

5.- Distancia adecuada del jugador y el balón. (Significativo de que el balón siempre esté al alcance del jugador que realiza la conducción y que siempre pueda dominarlo).

CONCEPTO DE VISIÓN PERIFÉRICA:

En el fútbol es indispensable, para poder captar rápidamente la situación de juego y con ello reaccionar de forma efectiva, el percibir todo movimiento del balón, compañeros de equipo y contrarios que se desplazan por el terreno, sin tener necesariamente que girar la cabeza en esa dirección.

El concepto de visión periférica está relacionado inevitablemente con el concepto de campo visual y es la mayor o menor capacidad del jugador de identificar compañeros y adversarios alrededor del punto de fijación que es lo que permite evaluar la extensión de su campo visual, de modo que la visión periférica determina la amplitud del campo visual.

Las funciones que realiza la visión periférica en el juego se pueden resumir en tres: detección, identificación y valoración.

La detección es el proceso que permite al jugador captar la aparición de nuevos estímulos a los que en principio no estaba orientado con sus órganos visuales y, sobre todo, con la visión central. La visión periférica no sólo detecta estímulos externos para orientar la visión central sino que es capaz de identificarlos. En fútbol, concretamente, la identificación más importante es la de conocer si el estímulo que aparece en el campo visual externo es compañero u oponente.

La capacidad de percibir los estímulos por las zonas periféricas, alejadas del punto central de la visión (arriba, abajo, a la izquierda, a la derecha, oblicuo arriba y a la derecha, etc.), cuando nos encontramos con la vista mantenida al frente, es muy diferente en cada jugador, pero esta posibilidad de ver objetos en movimiento o fijos en la distancia - y en esos ángulos - en ocasiones es premisa indispensable para la anticipación requerida a la jugada del contrario, en el momento de interceptar un balón, de culminar eficientemente una jugada con los propios compañeros de equipo, etc.

Es por ello conveniente caracterizar brevemente este fenómeno perteneciente a la percepción espacial que, cuando se encuentra mal desarrollado, puede ocasionar numerosos errores en la acción táctica.

La misma depende de la disposición de los conos y bastoncillos (células responsables de la sensibilidad visual) en la retina y constituye el marco externo del campo visual, por lo que a mayor visión periférica, mayor campo visual poseerá el jugador.

Se va desarrollando a través de la vida. Los niños hasta los 6 - 7 años poseen lo que se denomina visión tubular, ya que su campo visual es muy estrecho, no captan los estímulos periféricos. Por esto, las actividades físicas y pre-deportivas con ellos deben programarse teniendo en cuenta esta situación.

La visión periférica es entrenable y es una de las cualidades que debe desarrollar el jugador ya que tendrá más información sobre la situación, realizando una toma de decisiones más adecuada.

En el fútbol influye de forma notable en la percepción adecuada de las acciones de juego, de ahí que la eficiencia en la percepción de la situación táctica dependa, entre otros aspectos psicológicos, de un buen nivel de desarrollo de la visión periférica.

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