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ENTRENADORES DE FUTBOL

- las articulaciones

¿Qué són las articulaciones y sus tipos? (1).

¿Qué són las articulaciones y sus tipos? (1).

CONCEPTO

Una articulación es la conjunción y unión entre dos o más huesos formada por una serie de estructuras mediante las cuales se unen los huesos entre sí. Tienen como función brindar movilidad y estabilidad a los segmentos óseos que se relacionan entre ellas.

Una articulación o articulación anatómica es la unión entre dos o más huesos próximos. La parte de la anatomía que se encarga del estudio de las articulaciones es la artrología. Las funciones más importantes de las articulaciones son de constituir puntos de unión del esqueleto y producir movimientos mecánicos, proporcionándole elasticidad y plasticidad al cuerpo, además de ser lugares de crecimiento.

Todas las articulaciones se componen de:

- las superficies óseas o articulares, que representan el esqueleto de la articulación.

- las formaciones interóseas, blandas, intercaladas entre las superficies articulares.

- las formaciones periféricas, también blandas, que rodean y envuelven a las anteriores.

CLASIFICACIÓN DE LAS ARTICULACIONES POR SU ESTRUCTURA (MORFOLÓGICAMENTE):

Los diferentes tipos de articulaciones se pueden clasificar según el tejido del cual están formadas y que las une en tres tipos de articulaciones:

A.- FIBROSAS (son las sinartrosis o inmóviles).

Estas articulaciones son uniones de huesos en las que participa un tejido fibroso, uniéndolos. La movilidad de estas articulaciones queda definida por la longitud de las fibras del tejido. A modo de ejemplo cabe citar las articulaciones de la espalda, las del sacro, las del cráneo las partes de la unión entre el parietal, occipital, frontal y temporal, algunas del tobillo y las de la pelvis.

Pero las articulaciones de la columna no son del todo inmóviles, ya que son lo suficientemente flexibles como para permitir algún movimiento y mantener su papel de soporte de la columna vertebral.

Hay 3 tipos de articulaciones fibrosas:

a.- Sindesmosis: uniones semiinmóviles, donde una membrana une a los huesos.

b.- Suturas: pueden ser planas, dentadas o escamosas (se encuentran principalmente en el cráneo).

c.- Esquindilesis: tipo de articulación fibrosa que se encuentra únicamente en la unión entre el vómer y la cresta del esfenoide.

B.- CARTILAGINOSAS (son las anfiartrosis o semimóviles).

Este tipo de articulaciones se lleva a cabo entre cartílago y hueso, no permiten tanto movimiento como las móviles. Pueden ser sincondrosis cuando están hechas de cartílago hialino o sínfisis cuando son de fibrocartílago, son de dos tipos:

a.- Articulaciones cartilaginosas primarias o sincondrosis, que son uniones pasajeras entre huesos por medio de cartílagos como las uniones entre partes de un mismo hueso en crecimiento.

b.- Articulaciones cartilaginosas secundarias o sínfisis, que son uniones cartilaginosas entre dos huesos por un cartílago muy robusto muy poco movibles y definitivas. Ejemplo: sínfisis púbica.

 C.- SINOVIALES (son las diartrosis o móviles).

Permiten realizar una amplia gama de movimientos. Las sinoviales a su vez se dividen en subarticulaciones:

a.- Articulaciones uniaxiales que permiten movimiento en un solo eje o plano:

- Articulaciones en bisagra, gínglimo o troclear:

Las articulaciones en bisagra son articulaciones sinoviales donde las superficies articulares están moldeadas de manera tal que solo permiten los movimientos en el eje perlateral (plano mediano o sagital) y solo pueden realizar dos tipos de movimientos flexión y extensión. Por ejemplo, el codo, articulación húmero-cubital (húmero-ulnar), la rodilla, fémuro tibial y en los dedos, en la articulación entre las falanges proximales y medias y las falanges medias y distales.

- Articulaciones en pivote o trocoides o trochus:

Son articulaciones sinoviales donde las superficies articulares están moldeadas de forma parecida a un pivote y sólo permiten movimientos en el eje longitudinal y los únicos movimientos permitidos son los movimientos de rotación lateral y rotación medial. Por ejemplo la del cuello, atlantoaxial o también llamada atlantoaxil(atlas-axis), del codo (radio-cubital o radio-ulnar proximal). La pivotante del cuello permite voltear la cabeza y la del codo permite torcer el antebrazo.

b.- Articulaciones multiaxiales que permiten los movimientos en tres o más ejes o planos:

- Articulaciones esféricas o enartrosis:

Tienen forma de bola y receptáculo y se caracterizan por el libre movimiento en cualquier dirección, como por ejemplo, la coxofemoral y el hombro-humeroescapular.

c.- Articulaciones Biaxiales permiten movimiento alrededor de dos ejes o planos:

- Articulaciones planas, deslizantes o artrodias:

Son articulaciones sinoviales que se caracterizan porque sus superficies articulares son planos y sólo permiten movimientos de deslizamiento. Ej articulación acromioclavicular, articulaciones intercarpianas.

- Articulaciones en silla de montar selar o de encaje recíproco:

Reciben su nombre porque su forma es similar a la de una silla de montar. Por ejemplo, la que está entre el primer metacarpiano y el hueso del carpo (articulación carpometacarpiana del pulgar).

- Articulaciones condiloideas o elipsoidale:

Se forma donde dos huesos se encuentran unidos de forma irregular y un hueso es cóncavo y otro convexo. Ejemplos son la articulación temporomaxilar y la occipitoatloidea.

¿Qué són las articulaciones y sus tipos? (2).

¿Qué són las articulaciones y sus tipos? (2).

CLASIFICACIÓN DE LAS ARTICULACIONES POR SU FUNCIÓN (FISIOLÓGICAMENTE):

Las articulaciones también pueden ser clasificadas funcionalmente, según el grado de movilidad que permitan realizar, el grado de unión de los huesos y la amplitud de movimientos de que gozan, en tres tipos de articulaciones:

A.- SINARTROSIS O ARTICULACIONES INMÓVILES

En estas articulaciones los huesos que se articulan encajan íntimamente y se mantienen unidos por el mismo crecimiento del hueso o por tejido fibroso.

Este tipo de articulaciones son articulaciones rígidas que no poseen movilidad como las que unen los huesos del cráneo o que permiten movimientos muy limitados como la unión distal entre cúbito y radio ya que no presentan ni cápsula sinovial ni cavidad articular.

Aunque la mayoría son fijas, algunas poseen movimientos muy leves. Podemos encontrar ejemplos de este tipo de articulación en los huesos del cráneo, y entre la tibia y el peroné, ya que tienen lugar entre huesos cuya función principal es de soporte o de protección, y muchas veces sirve de origen y punto de soporte de músculos y ligamentos.

Se subdividen a su vez en diversos tipos:

a.- sincondrosis: el tejido que sirve de unión en la articulación es cartilaginoso, como en las articulaciones esfeno-occipital, petrostiloidea y vómero-etmoidal y la unión diáfisis-epífisis de un hueso largo.

Sincondrosis (del griego syn, “juntos”, y chondros, “cartílago”), (juntura cartilaginosa), estas articulaciones se encuentran en lugares en los que existen originalmente centros de osificación separados, aunque adyacentes, dentro de una masa continua de cartílago hialino.

A medida que progresa la osificación invade la masa del cartílago con crecimiento activo que ocupa el intervalo comprendido entre ambas superficies óseas. Así, una sincondrosis consiste en dos frentes de osificación íntimamente unidos por un cartílago de crecimiento (o hialino) especializado. Algunos ejemplos pueden ser el esternón, el cuerpo del temporal, etc.

Estos huesos están unidos entre sí mediante grandes segmentos de cartílago que se denominan cartílagos costales.

La articulación es temporal, debido a que el cartílago hialino será reemplazado por hueso cuando el crecimiento se detenga, en ese momento la articulación se transforma en sinóstosis, es decir, pasará a ser una articulación fija.

b.- sinostosis: fusión de dos huesos al osificarse el tejido conjuntivo que los une.

c.- sinfibrosis: en las superficies óseas que no se mueven encontramos tejido conjuntivo, por lo tanto,  el tejido que sirve de unión en la articulación es fibroso.

Las suturas óseas llegan a soldarse entre si, se limitan al cráneo y aparecen donde los márgenes o las superficies más amplias de los huesos están separadas sólo por tejido conjuntivo, el ligamento o la membrana sutural. Los ligamentos suturales exhiben regiones de diferenciación participantes en el crecimiento y la unión de superficies óseas opuestas.

La forma del borde de unión de la articulación permite subdividir este tipo en cinco:

- sutura escamosa: Cortes biselados que nos recuerdan la superposición de escamas. Un ejemplo es la sutura témporoparietal.

- sutura dentada: Bordes dentados o serrados (como engranajes), como se observa en los huesos del cráneo. Por ejemplo la sutura sagital

- sutura armónica: Dos bordes óseos rugosos se unen sin más, como se observan en las articulaciones naso-nasal, naso-maxilar y ungui-maxilar.

- Gónfosis: Inserción del diente en el hueso maxilar superior e inferior. La raíz del diente se inserta en los alveolos.

- Esquindilesis: Sutura especializada en la que un hueso encaja en el surco de un elemento vecino (una superficie con forma de cresta se articula con una ranura). La hendidura entre las alas del vómer que reciben la cresta del esfenoides es una articulación única en el cuerpo.

B.- ANFIARTROSIS O ARTICULACIONES SEMIMÓVILES

Las anfiartrosis son articulaciones de movilidad limitada en las que entre las dos superficies articulares se encuentra un tejido fibrocartilaginoso que las une.

La sínfisis (del griego “crecer juntos”), (unión por cartílago fibroso) es una anfiartrosis, donde la unión entre los huesos se realiza mediante una lámina de tejido fibrocartilaginoso, a veces, éste se separa por láminas de tejido hialino (cuerpos vertebrales, sínfisis del pubis) que le permite una leve movilidad. Estas articulaciones son permanentes. En los casos en que varias sínfisis actúan de manera conjunta proveen de absorción de fuerzas de choque, flexibilidad y fuerza. Las sínfisis están localizadas en la línea media del cuerpo.

Este tipo de articulaciones se mantienen unidas por un cartílago elástico y presentan una movilidad escasa, como la unión de los huesos del pubis (la sínfisis del pubis), que durante el parto realiza un movimiento muy amplio, la articulación que existe entre los cuerpos de las  vértebras adyacentes y la unión entre mango y cuerpo del esternón.

Podemos diferenciar dos tipos:

a.- Anfiartrosis verdaderas: Las superficies articulares se encuentran recubiertas por finos discos de cartílago hialino, disco fibroso o cartilaginoso y ligamentos periféricos. Incluyen las articulaciones de los cuerpos vertebrales, la sacro-coccígea y la sacro-vertebral.

b.- Diartroanfiartrosis: subtipo de articulación cuyas características le colocan entre las diartrosis y las anfiartrosis debido a su posibilidad de presentar una cavidad articular dentro del ligamento interóseo, como la articulación del pubis, la sacroilíaca y la esternal superior.

C- DIARTROSIS O ARTICULACIONES MÓVILES:

El término diartrosis procede del griego día, separación, y arthron, articulación. Son las más numerosas en el esqueleto. Se caracterizan por la diversidad y amplitud de los movimientos que permiten a los huesos. Se encuentran generalmente entre los huesos largos: rodilla, codo, etc.

Tienen también la estructura más completa, donde podemos distinguir los siguientes elementos estructurales: cartilago articular o de revestimiento en ambas partes de la articulación, cápsula articular (cavidad articular que impide la unión directa entre los huesos que se articulan), ligamentos, membrana sinovial, líquido sinovial (que es una sustancia lubricante), rodetes o discos y meniscos.

Un ejemplo típico de diartrosis es la articulación glenohumeral, la articulación que une el húmero con la escápula. En el contorno de la cavidad glenoidea se halla el rodete marginal o rodete glenoideo. Las dos superficies articulares están unidas por la cápsula que se fija alrededor de la cavidad glenoidea de la escápula y del cuello anatómico del húmero. La cápsula está reforzada exteriormente por ligamentos extracapsulares e interiormente está tapizada por la sinovial. Son las más móviles y frágiles ya que son menos resistentes y más recubiertas.

Desde un punto de vista teórico, todas las articulaciones móviles del cuerpo humano podrían realizar un total de 6 movimientos sobre los tres ejes del espacio: tres translaciones (una en cada eje) y tres rotaciones (cada una sobre cada eje) dando lugar a articulaciones con seis grados de libertad de movimiento, pero su diseño anatómico, en especial la forma de sus superficies articulares y la existencia de potentes ligamentos que bloquen el movimiento articular, van a limitar varios de estos seis grados de libertad.

Según su diseño anatómico y el movimiento que realizan sobre los tres planos anatómicos de referencia, las diartrosis han sido divididas, de forma clásica, en seis grandes grupos:

a.- Enartrosis: Las superficies articulares que intervienen son esféricas o casi esféricas, una cóncava y una convexa. Realizan todos los movimientos posibles en el espacio (articulación multiaxial), ya que posee movimiento sobre los tres ejes del espacio y, un ejemplo de este tipo de articulación lo constituyen la unión escapulo-humeral y la articulación coxo-femoral.

b.- Condilartrosis: La condilartrosis, denominada mecánicamente articulación elipsoidal, está constituida por la unión de una superficie condílea (ovoidea) que se sitúa o encaja en una cavidad elipsoidal (las superficies articulares son alargadas, una convexa y una cóncava).

Poseen movimiento biaxial y efectúan todos los movimientos posibles salvo el de rotación.

Un ejemplo de este tipo de articulación es la unión húmero-radial, su diseño en forma de cóndilo va a permitir una discreta abducción-adducción del codo durante la flexo-extensión del mismo. La articulación de la mandibula con el craneo es otro ejemplo de este tipo de articulaciones.

 c.- Trocleartrosis: Su modelo mecánico se corresponde con el de una articulación en BISAGRA, con movimiento sobre un único eje. Anatómicamente está constituida por una superficie en forma de tróclea encajada en una superficie cóncava (las superficies articulares son una polea o tróclea y dos carillas separadas por una cresta).

Un ejemplo de esta unión articular en bisagra lo constituyen: el codo, la rodilla y el tobillo.

Ejecutan los movimientos de flexión y extensión y aunque por su estructura anatómica estas articulaciones tendrían un sólo grado de libertad, en realidad no cumplen la premisa de moverse exclusivamente sobre un eje.

d.- Encaje recíproco: Las articulaciones poseen una superficie articular en forma de silla de montar, por lo que tambien es llamada articulación sellar, la superficie articular de un hueso tiene forma de silla de montar y la del otro tiene una forma parecida a la del jinete que se sienta en esa silla, incluida en una cavidad cóncavo-convexa en dirección opuesta (cada una de las superficies articulares es cóncava en un sentido y convexa en el otro y la convexidad de una superficie corresponde a la concavidad de la otra).

Menos la rotación, realizan todos los movimientos, pero con poca amplitud. El movimiento originado en este tipo de articulaciones es biaxial, laterales y anteroposteriores, similar a las articulaciones condíleas.

Como ejemplo de este modelo articular podemos citar la unión establecida entre el primer metacarpino y el trapecio.

e.- Trocoides: También llamada a veces articulación en pivote, ya que son articulaciones sinoviales en las cuales las superficies articulares pueden tomar una forma similar a la de un pivote permitiendo desplazamientos unicamente sobre su eje longitudinal, pudiendo unicamente  efectuar movimientos de rotación lateral y rotación medial.

Este tipo de articulación se establece entre una superficie en forma de arco que se relaciona con una superficie cilindrica o eje central, posee una superficie redondeada o en forma de clavija de un hueso se articula en el interior de un anillo formado en parte por otro hueso y en parte por un ligamento.

El movimiento que realiza es uniaxial, y un ejemplo clásico de este tipo de articulación lo constituyen la unión entre el atlas y la apófisis odontoides del axis y la unión radio-cubital, articulaciones del cuello, codo y base del craneo.

f.- Artrodias: Está constituida generalmente por la unión de superficies articulares más o menos planas y el movimiento que originan es el de deslizamiento de una sobre otra.

Poseen un movimiento noaxial con escaso desplazamiento. Este movimiento transcurre, según la anatomía clásica, sin posser un eje determinado de referencia, pero desde el punto de vista mecánico, Hartenbergs y Denavit, describen cómo este tipo de articulaciones realizan movimientos de translación sobre dos ejes y de rotación sobre un tercero, aunque la amplitud del movimiento producido no sea lo suficientemente grande para ser observada a simple vista.

Como ejemplo de este tipo de articulaciones nos encontramos con las uniones establecidas entre los huesos del carpo y tarso.

¿Cómo realizar la prevención y fortalecimiento de las articulaciones?

¿Cómo realizar la prevención y fortalecimiento de las articulaciones?

LA PREVENCIÓN Y EL FORTALECIMIENTO DE LAS ARTICULACIONES, LOS MEJORES ALIADOS FRENTE A LAS LESIONES

Según los Servicios Médicos-Sanitas Real Madrid, para evitar lesiones en las articulaciones es fundamental:

- Evitar el sobrepeso, usar un buen calzado, mantener una musculatura adecuada y cuidar los excesos en el ejercicio físico.

- Realizar un correcto calentamiento permite que los músculos soporten la intensidad del trabajo que el deportista va a realizar más tarde y así se reduce el riesgo de sufrir daños. Cuando un músculo no se ha calentado con anterioridad está más expuesto a lesiones con roturas fibrilares y contracturas.

- La hidratación antes, durante y después del ejercicio y una dieta sana y equilibrada son clave para no padecer calambres y otras lesiones.

Ejercitar las articulaciones para evitar futuras lesiones es una labor sencilla pero requiere constancia y dedicación. Es importante practicar algún deporte para conseguir fortalecer la musculatura y evitar así posibles daños o lesiones en codos, hombros, muñecas, tobillos, etc. Las articulaciones son más propensas a las lesiones cuando los músculos y los ligamentos que las sostienen son débiles. Por eso, es fundamental evitar el sedentarismo y ejercitar el cuerpo.

Para el Dr. Manuel Chamorro, de los Servicios Médicos-Sanitas Real Madrid, el mejor tratamiento es la prevención. Con este fin, no hay que obviar que el primer paso para hacer deporte es el calentamiento. Gracias a este periodo de preparación, los músculos consiguen soportar la intensidad del trabajo que más tarde el deportista va a realizar. A través de ligeras contracciones y posteriores elongaciones musculares se consigue que los músculos se contraigan con mayor velocidad, potencia y eficacia. De este modo, se potencia el movimiento y no se perjudica la coordinación.

Algunos de los efectos beneficiosos que produce la preparación son:

- Reducción de la viscosidad muscular, por lo que mejora la contracción-relajación muscular

- Mejora de la elasticidad de la musculatura y los tendones

- Aumenta la temperatura corporal, lo que acelera el metabolismo y permite que el organismo utilice más eficazmente los sustratos fundamentales para la producción de la energía que requiere la actividad física intensa.

El calentamiento debe iniciarse por arriba -el cuello- y terminarse por abajo -los tobillos-. Los movimientos han de ser progresivos en amplitud de todas las articulaciones buscando trabajar todo el grado de movilidad de cada articulación, a fin de mejorar la elasticidad muscular y tendinosa y la lubricación y temperatura de las articulaciones.

Una vez finalizada esta primera etapa, son importantes los estiramientos a base de movimientos repetitivos, no demasiado bruscos. Deben incluir por lo menos un ejercicio para cada una de las principales regiones musculares o articulares del cuerpo.

Finalmente, no hay que olvidar que después de un entrenamiento o competición, es fundamental realizar ejercicios de enfriamiento para volver a la situación de reposo de forma paulatina y para relajar los músculos.

Causas de las lesiones y lesiones previas

La mayoría de lesiones producidas en el deporte se debe a métodos de entrenamiento incorrectos, anomalías en la estructura de la persona que hacen forzar más unas partes del cuerpo que otras, y a la debilidad de los músculos, tendones y ligamentos. No obstante, en las personas que hacen deporte habitualmente, pese a tener una fuerte musculatura, pueden encontrarse en situaciones de riesgo que podrían provocar una lesión articular. De hecho, el desgaste crónico es la causa de muchas lesiones.

En el caso de arrastrar lesiones previas, es vital conocer bien cuándo, cómo y por qué ocurrieron y, especialmente, que estén bien diagnosticadas por un médico especialista en la materia. Una vez que se ha producido una lesión, resulta crucial un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado, así como fomentar los hábitos que contribuyan a una sensación de bienestar y a una mejor calidad de vida.

El Dr. Chamorro, médico de los Servicios Médicos-Sanitas Real Madrid, da las siguientes recomendaciones para evitar que las articulaciones resulten dañadas al hacer deporte:

a.- Evitar el sobrepeso: las estructuras articulares están diseñadas para una determinada fisionomía. Si el peso se excede, las articulaciones tienen que realizar un mayor esfuerzo.

b.- Tener una musculatura adecuada: el control que ejercen los músculos sobre la articulación es importante.

c.- Prepararse antes de practicar deporte: no todos los ejercicios se adaptan a las condiciones físicas y estructurales de una persona, para practicar algún deporte hay que realizar una preparación mínima que evite lesiones.

d.- Usar un buen calzado para absorber mejor el impacto y minimizar las lesiones.

e.- Realizar un entrenamiento con ejercicios combinados reduce la posibilidad de sobre exigir a músculos o articulaciones.

f.- Hacer deporte en un terreno blando ayuda a disminuir la fuerza del impacto.

g.- El exceso de ejercicio físico puede producir fatiga muscular y, posteriormente a lesiones articulares, debido al exceso de trabajo.

h.- Una vez realizada la práctica deportiva, hay que descansar al menos 5 minutos. Caminar lentamente, sacudir los brazos o moverse a un ritmo más lento permitirá que su cuerpo vuelva de forma gradual a un estado de reposo.

i.- Si presenta articulaciones inflamadas, es necesario acudir a la consulta del médico especialista. Hay que mantener reposo y en ningún caso sobre utilizar la articulación, se corre el riesgo de producir daños irreversibles en los componentes que forman la articulación.

Desde los Servicios Médicos-Sanitas Real Madrid se ha detectado que hay determinados deportes en los que el porcentaje de lesiones se concentra más en unas articulaciones que en otras. Tal es la relación que ya se han fijado denominaciones para aquellas lesiones más comunes en la práctica del deporte. Por ejemplo: codo de tenista por epicondilitis lateral, rodilla de corredor por síndrome de la cintilla ileotibial o tobillo de futbolista por formación de un osteofito en la cápsula anterior de la articulación tibio-astragalina producida por flexiones plantares. Así, las disciplinas deportivas idóneas para las articulaciones por su poco impacto son: natación y remo, ciclismo, senderismo, gimnasia y pilates y yoga.

La hidratación, vital en el fortalecimiento de las articulaciones

Para conseguir fortalecer las articulaciones, es muy importante hidratarse antes, durante y después del ejercicio y reponer sales minerales mediante la ingesta de frutas o bebidas isotónicas con el fin de evitar calambres y otras lesiones. El Dr. Manuel Chamorro destaca el ácido graso omega-3 de los pescados grasos como una excelente ayuda para lubricar las articulaciones y reducir la inflamación.

Además de una dieta sana y equilibrada, los deportistas pueden optar por incluir en su preparación unos suplementos vitamínicos con los que mejorar el rendimiento, reducir la inflamación, estimular la regeneración y reconstrucción de los tejidos musculares y prevenir y curar lesiones. Es el caso de la glucosamina, sustancia que se encuentra en estado natural en el cuerpo y que juega un papel fundamental en la formación y reparación del cartílago articular y el condroitín sulfato que aporta elasticidad al cartílago articular y previene que enzimas del organismo destruyan el cartílago articular.

Artículo extraido de Sección Médica Realmadrid.com. Grupo Sanitas - sanitas.es (Contenido supervisado por los servicios médicos del Real Madrid).

¿Qué és la propiocepción y su importancia para evitar lesiones articulares?

¿Qué és la propiocepción y su importancia para evitar lesiones articulares?

CONCEPTO DE PROPIOCEPCIÓN:

Hace referencia a la capacidad del cuerpo de detectar el movimiento y posición de las articulaciones. Es importante en los movimientos comunes que realizamos diariamente y, especialmente, en los movimientos deportivos que requieren una coordinación especial.

La propiocepción es el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas. La propiocepción regula la dirección y rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de éste con el espacio, sustentando la acción motora planificada. Otras funciones en las que actúa con más autonomía son el control del equilibrio, la coordinación de ambos lados del cuerpo, el mantenimiento del nivel de alerta del sistema nervioso central y la influencia en el desarrollo emocional y del comportamiento.

El término propiocepción significa "sentido de posición". Habitualmente, las peores lesiones del deportista son aquellas que se producen derivadas de una desestabilización articular, demostrando carencias en su entrenamiento de calidad: la coordinación y la propiocepción.

CONSIDERACIONES GENERALES:

La propiocepción alude a la capacidad que tiene el cuerpo humano para detectar el movimiento y la posición de las diferentes articulaciones. Por tanto, el sistema propioceptivo, formado por una serie de receptores nerviosos situados en músculos, articulaciones y ligamentos, es el que nos permite coordinar nuestros movimientos. Si se consigue una buena coordinación del cuerpo, el riesgo de lesión disminuye.

Dentro del entrenamiento propioceptivo se trabajan fundamentalmente dos aspectos importantes: la fuerza y la coordinación (a tres niveles: intermuscular, intramuscular y procesos reflejos). Así los servicios médicos mejoran la capacidad de equilibrio del futbolista, su orientación, la relajación de los músculos, el sentido del ritmo y la relación espacio-tiempo del movimiento. Es decir, la capacidad para prevenir situaciones imprevistas con riesgo real de lesión.

Este sistema no sólo se utiliza por los equipos médicos para prevenir lesiones, también en los procesos de recuperación. El entrenamiento propioceptivo sirve para prevenir y curar lesiones como tirones, rupturas ligamentosas, lesiones capsulares, fracturas óseas articulares y diafisarias, lesiones musculares y en la columna vertebral.

Normalmente, el entrenamiento propioceptivo utiliza elementos básicos como pelotas de diferentes tamaños, mesas y trampolines. Cualquier objeto que permita desarrollar ejercicios de equilibrio, coordinación y orientación, combinados con estiramientos de músculos y tendones. Algunos servicios médicos de importantes clubes europeos han experimentado con este tipo de entrenamientos con resultados excelentes.

La fuerza, la constancia, la rapidez y la capacidad de movimiento sólo pueden alcanzar un control absoluto a través de un excelente desarrollo de la coordinación dinámica general.
La coordinación postural y de movimiento depende de la actividad de distintos receptores del aparato locomotor, los propioceptores.

En el cuerpo humano encontramos el sistema propioceptivo, que  está formado por una serie de receptores nerviosos llamados propioceptores que se encuentran en los músculos, las articulaciones y los ligamentos y que se encargan de detectar el grado de tensión muscular y el grado de estiramiento muscular.

Seguidamente estos receptores mandan esta información a la médula y al cerebro para que la procese. Después, el cerebro procesa esta información y la manda a los músculos para que realicen los ajustes necesarios en cuanto a la tensión y estiramiento muscular y así conseguir el movimiento deseado.

Podemos decir que los propioceptores forman parte de un mecanismo de control de la ejecución del movimiento. Es un proceso subconsciente y muy rápido que lo realizamos de forma refleja.

CLASES DE PROPIOCEPTORES

a.- EL HUSO MUSCULAR:

Es un receptor sensorial propioceptor situado dentro de la estructura  del músculo que se estimula ante estiramientos lo suficientemente fuertes de éste. Mide la longitud (grado de estiramiento) del músculo, el grado de estimulación mecánica y la velocidad con que se aplica el estiramiento y manda la información al SNC.

Su “función clásica” sería la inhibición de la musculatura antagonista al movimiento producido (relajación del antagonista para que el movimiento se pueda realizar de forma eficaz). Ante velocidades muy elevadas de incremento de la longitud muscular, los husos proporcionan una información al SNC que se traduce en una contracción refleja del músculo denominada REFLEJO MIOTÁTICO O DE ESTIRAMIENTO, que sería un reflejo de protección ante un estiramiento brusco o excesivo (ejemplo: tirón brusco del hombro, el reflejo miotático hace que contraigamos la musculatura de la cintura escapular).

La información que mandan los husos musculares al SNC también hace que se estimule la musculatura sinergista al músculo activado, ayudando a una mejor contracción. (En este hecho se basan algunas técnicas de facilitación neuromuscular empleadas en rehabilitación, como las técnicas de KABAT, en las que se usa el principio de que un músculo pre-estirado se contrae con mayor fuerza).

Por tanto, tenemos como resultado de la acción de los husos musculares la facilitación de los músculos agonistas y la inhibición de los músculos antagonistas. “Es funcionalmente económico que cuando un equipo sinérgico de músculos se activa no se enfrente a la resistencia de sus antagonistas” (Astrand – Rodahl).

b.- ÓRGANOS TENDINOSOS DE GOLGI:

Es otro receptor sensorial situado en los tendones y se encarga de medir la tensión desarrollada por el músculo. Fundamentalmente, se activan cuando se produce una tensión peligrosa (extremadamente fuerte) en el complejo músculo-tendinoso, sobre todo si es de forma “activa” (generada por el sujeto y no por factores externos).

Sería un reflejo de protección ante excesos de tensión en las fibras músculo-tendinosas que se manifiesta en una relajación de las fibras musculares. Así pues, sería el REFLEJO MIOTÁTICO INVERSO. Al contrario que con el huso muscular, cuya respuesta es inmediata, los órganos de Golgi necesitan un periodo de estimulación de unos 6-8 segundos para que se produzca la relajación muscular.

c.- RECEPTORES DE LA CÁPSULA ARTICULAR Y LOS LIGAMENTOS ARTICULARES:

Parece ser que la carga que soportan estas estructuras con relación a la tensión muscular ejercida, también activa una serie de mecanoreceptores capaces de detectar la posición y movimiento de la articulación implicada. Parece que sean propioceptores relevantes sobre todo cuando las estructuras descritas se hallan dañadas.

d.- RECEPTORES DE LA PIEL:

Proporcionan información sobre el estado tónico muscular y sobre el movimiento, contribuyendo al sentido de la posición y al movimiento, sobre todo, de las extremidades, donde son muy numerosos.

IMPORTANCIA DEL ENTRENAMIENTO DEL SISTEMA PROPIOCEPTIVO

a.- GENERALIDADES:

Además de constituir una fuente de información somatosensorial a la hora de mantener posiciones, realizar movimientos normales o aprender nuevos movimientos bien cotidianos o bien dentro de la práctica deportiva, cuando sufrimos una lesión articular, el sistema propioceptivo se deteriora produciéndose un déficit en la información propioceptiva que le llega al sujeto. De esta forma, esa persona es más propensa a sufrir otra lesión. Además, disminuye la coordinación en el ámbito deportivo.

El sistema propioceptivo puede entrenarse a través de ejercicios específicos para responder con mayor eficacia de forma que nos ayuda a mejorar la fuerza, coordinación, equilibrio, tiempo de reacción ante situaciones determinadas y, cómo no, a compensar la pérdida de sensaciones ocasionada tras una lesión articular para evitar el riesgo de que ésta se vuelva a producir.

Es sabido también que el entrenamiento propioceptivo tiene una transferencia positiva de cara a acciones nuevas similares a los ejercicios que hemos practicado.

A través del entrenamiento propioceptivo, el atleta aprende a sacar ventaja de los mecanismos reflejos, mejorando los estímulos facilitadores que aumentan el rendimiento y disminuyendo las inhibiciones que lo reducen. Así, reflejos como el de estiramiento, que pueden aparecer ante una situación inesperada (por ejemplo, perder el equilibrio) se pueden manifestar de forma correcta (ayudan a recuperar la postura) o incorrecta (provocar un desequilibrio mayor). Con el entrenamiento propioceptivo, los reflejos básicos incorrectos tienden a eliminarse para optimizar la respuesta.

b.- ENTRENAMIENTO PROPIOCEPTIVO Y FUERZA:

Todo incremento en la fuerza es resultado de una estimulación neuromuscular. Con relación a la fuerza, enseguida solemos pensar en la masa muscular pero no olvidemos que ésta se encuentra bajo las órdenes del sistema nervioso. Resumidamente, es sabido que para la mejora de la fuerza a través del entrenamiento existen adaptaciones funcionales (sobre la base de aspectos neurales o nerviosos) y adaptaciones estructurales (sobre la base de aspectos estructurales: hipertrofia e hiperplasia, esta última sin evidencias de existencia clara en personas).

Los procesos reflejos que incluye la propiocepción estarían vinculados a las mejoras funcionales en el entrenamiento de la fuerza, junto a las mejoras propias que se pueden conseguir a través de la coordinación intermuscular y la coordinación intramuscular.

- COORDINACIÓN INTERMUSCULAR: haría referencia a la interacción de los diferentes grupos musculares que producen un movimiento determinado.

- COORDINACIÓN INTRAMUSCULAR: haría referencia a la interacción de las unidades motoras de un mismo músculo.

- PROPIOCEPCIÓN (PROCESOS REFLEJOS): harían referencia a los procesos de facilitación e inhibición nerviosa a través de un mejor control del reflejo de estiramiento o miotático y del reflejo miotático inverso, mencionados anteriormente y que pueden producir adaptaciones a nivel de coordinación inter-intramuscular.

c.- ENTRENAMIENTO PROPIOCEPTIVO Y FLEXIBILIDAD

Recordemos que el reflejo de estiramiento desencadenado por los husos musculares ante un estiramiento excesivo provoca una contracción muscular como mecanismo de protección (reflejo miotático). Sin embargo, ante una situación en la que realizamos un estiramiento excesivo de forma prolongada, si hemos ido lentamente a esta posición y ahí mantenemos el estiramiento unos segundos, se anulan las respuestas reflejas del reflejo miotático activándose las respuestas reflejas del aparato de Golgi (relajación muscular), que permiten mejoras en la flexibilidad, ya que al conseguir una mayor relajación muscular podemos incrementar la amplitud de movimiento en el estiramiento con mayor facilidad.

Para activar aún más la respuesta refleja del aparato de Golgi, existen determinadas técnicas de estiramientos basadas en los mecanismos de propiocepción, de forma que en la ejecución del estiramiento, asociamos periodos breves en los que ejercemos contracciones de la musculatura agonista que queremos estirar, alternados con periodos de relajación. Los periodos de tensión, activarán los receptores de Golgi aumentando la relajación subsiguiente y permitiendo un mejor estiramiento. Un ejemplo sería los estiramientos postisométricos o en “tensión activa”.

d.- ENTRENAMIENTO PROPIOCEPTIVO Y COORDINACIÓN 

La coordinación hace referencia a  la capacidad que tenemos para resolver situaciones inesperadas y variables y requiere del desarrollo de varios factores que, indudablemente, podemos mejorar con el entrenamiento propioceptivo, ya que dependen en gran medida de la información somatosensorial (propioceptiva) que recoge el cuerpo ante estas situaciones inesperadas, además de la información recogida por los sistemas visual y vestibular.

Estos factores propios de la coordinación que podemos mejorar con el entrenamiento propioceptivo son:

- REGULACIÓN DE LOS PARÁMETROS ESPACIO-TEMPORALES DEL MOVIMIENTO: se trata de ajustar nuestros movimientos en el espacio y en el tiempo para conseguir una ejecución eficaz ante una determinada situación. Por ejemplo, cuando nos lanzan una pelota y la tenemos que recoger, debemos calcular la distancia desde la cual nos la lanzan y el tiempo que tardará en llegar en base a la velocidad del lanzamiento para poder ajustar nuestros movimientos. Ejercicios buenos para la mejora de los ajustes espacio-temporales son los lanzamientos o pases con objetos de diferentes tamaños y pesos.

- CAPACIDAD DE MANTENER EL EQUILIBRIO: tanto en situaciones estáticas como dinámicas. Eliminamos pequeñas alteraciones del equilibrio mediante la tensión refleja muscular que nos hace desplazarnos rápidamente a la zona de apoyo estable. Una vez que entrenamos el sistema propioceptivo para la mejora del equilibrio, podremos conseguir incluso anticiparnos a las posibles alteraciones de éste con el fin de que no se produzcan (mecanismo de anticipación). Ejercicios para la mejora del equilibrio serían apoyos sobre una pierna, verticales, pino, oscilaciones y giros de las extremidades superiores y tronco con apoyo sobre una pierna, mantenimiento de posturas o movimientos con apoyo limitado o sobre superficies irregulares, ejercicios con los ojos cerrados, etc.

- SENTIDO DEL RITMO: capacidad de variar y reproducir parámetros de fuerza-velocidad y espaciotemporales de los movimientos. Al igual que los anteriores, depende en gran medida de los sistemas somatosensorial, visual y vestibular. En el ámbito deportivo, podemos desglosar acciones motoras complejas propias de un deporte en elementos aislados para mejorar la percepción de los movimientos y después integrarlos en una sola acción. Es importante seguir un orden lógico si separamos los elementos de una acción técnica. Por ejemplo, en la batida de voleibol, podemos separar el gesto en los pasos de aproximación – descenso del centro de gravedad flexionando piernas a la vez que echamos los brazos atrás – despegue – armado del brazo – golpeo final al balón.

- CAPACIDAD DE ORIENTARSE EN EL ESPACIO: se realiza, fundamentalmente, sobre la base del sistema visual y al sistema propioceptivo. Podríamos mejorar esta capacidad a través del entrenamiento de la atención voluntaria (elegir los estímulos más importantes).

- CAPACIDAD  DE RELAJAR LOS MÚSCULOS: es importante, ya que una tensión excesiva de los músculos que no intervienen en una determinada acción puede disminuir la coordinación del movimiento, limitar su amplitud, velocidad, fuerza, etc. Utilizamos ejercicios en los que alternamos periodos de relajación-tensión, intentando controlar estos estados de forma consciente. En alto nivel deportivo, buscaremos la relajación voluntaria ante situaciones de gran estrés que después puedan transferirse a la actividad competitiva

TRABAJO PROPIOCEPTIVO Y ELECTROESTIMULACIÓN

Ya que hoy en día numerosos centros de fitness poseen aparatos de electroestimulación de fácil manejo y que, sobradamente, han demostrado ser una herramienta eficaz de uso dentro de la preparación física, comentaremos a continuación, de forma esquemática, cómo nos pueden ayudar estos aparatos con relación al desarrollo propioceptivo.

Gracias a los efectos producidos por el trabajo de electroestimulación, con el que conseguimos un mayor reclutamiento de unidades motoras y podemos llegar a niveles de estimulación neuromuscular realmente altos, los beneficios del trabajo propioceptivo se pueden ver favorecidos en la medida que:

a.- Un reclutamiento de UM mayor, significa un mayor número de receptores sensorio-motores activados, ya que éstos se encuentran en el músculo, tendones y articulación.

b.- Niveles de tensión altos, significan también la activación de más receptores. En este sentido, tras la aplicación de electroestimulación a intensidades altas sobre una musculatura, podemos obtener una estimulación especialmente grande de los aparatos de Golgi, facilitando así la relajación posterior de la musculatura gracias a la activación del reflejo miotático inverso. Esta metodología se emplea con asiduidad en procesos de rehabilitación en los cuáles hemos perdido movilidad en alguna de las extremidades. Por ejemplo, tras una operación de LCA, es común perder movilidad en flexión de la rodilla, sobre todo si se ha practicado una plastia usando el tendón rotuliano. De esta forma, podemos utilizar electroestimulación sobre el cuadriceps, utilizaremos intensidades altas y después conseguiremos un nivel de relajación del cuadriceps que nos permitirá ir aumentando la movilidad de la rodilla en flexión (gracias a la relajación del cuádriceps).

c.- Si aplicamos electroestimulación en la fase excéntrica de la realización de un ejercicio, pongamos como ejemplo la sentadilla, conseguiremos una mayor estimulación de los husos musculares (ya que el músculo se está alargando en esta fase de contracción). Así, gracias a una potenciación del reflejo de estiramiento, conseguiremos aplicar una mayor fuerza en la fase concéntrica del movimiento.

d.- Ahora imaginemos que realizamos el ejercicio anterior sobre una base inestable y con los ojos cerrados. Indudablemente estaremos trabajando nuestro sistema propioceptivo como nunca.

(Este artículo “PROPIOCEPCION: INTRODUCCIÓN TEÓRICA” ha sido realizado por el Licenciado Francisco Tarantino Ruíz).

El BOSU y su importancia para la mejora de la propiocepción.

El BOSU y su importancia para la mejora de la propiocepción.

¿QUÉ ÉS EL BOSU?

El BOSU (“Both side up or utilized “) es un dispositivo totalmente único y multidimensional al entrenamiento, que crea una serie continua de movimiento desde lo fácil a lo increíblemente desafiador, de lo estático a lo dinámico y de ajustes sutiles del equilibrio a respuestas altamente reactivas.

Una nueva metodología de ejercicios para la prevención de las lesiones es la que se desarrolla con el BOSU. Este aparato de entrenamiento es una base inflable sobre la que el futbolista realiza ejercicios de control estático y dinámico de su cuerpo. Es un medio balón con la base de plástico dura y el saliente tiene la forma de la mitad de un balón, manteniendo su físico y deformidad.

El BOSU o media luna, como también se le conoce, responde al acrónimo “both side up” (los dos lados útiles) y hace alusión a su forma semiesférica y a las dos superficies de aplicación que tiene: una plana y la otra cóncava. Se trata de una herramienta inestable, de 65 centímetros, que utilizada como complemento en el ejercicio y entrenamiento continuado puede ser de gran utilidad.

Fue introducido en el otoño de 1999 por David Weck usándolo directamente él y un selecto grupo de atletas olímpicos. David Weck, diseñó este material con el objetivo de mejorar el llamado Fitball, en el que la actividad se realizaba con una pelota. Según el creador del BOSU, ambos materiales presentan los mismos retos, porque los dos son materiales inestables, pero con la nueva técnica se reducen riesgos, gracias a que una de sus caras es plana.

¿PARA QUÉ SIRVE EL BOSU?

El entrenamiento que se desarrolla se denomina propioceptivo. La propiocepción desarrolla actividades sensoriales de diferentes vias del organismo entre las que se incluyen la piel, la capsula, los husos neuromusculares y los ligamentos de las articulaciones. Que sea deformable ayuda a nuestro cuerpo a la hora de realizar trabajos con el mismo ya que desarrolla nuestra musculatura y equilibrio.

El BOSU es una superficie inestable, novedosa y atractiva a la vista con la que se pueden practicar multitud de actividades enfocadas a mejorar la flexibilidad, la fuerza, elasticidad, el equilibrio o la tonificación de los músculos, entre otras. Para ello, los profesionales preparan actividades y movimientos originales que, en ocasiones, pueden ser coordinados a ritmo de la música que más guste a cada uno.

Las lesiones representan una limitación importantísima en los equipos de fútbol. La incidencia lesional corta la producción del rendimiento y rebaja el potencial deportivo del jugador y del equipo.

Por ello es importantísimo diseñar un plan estricto por los preparadores físicos para prevenir las lesiones con un programa de ejercicios con el objetivo de fortalecer y mejorar el control motor en las zonas más susceptibles de sufrir fatiga y sobrecarga en la práctica deportiva del entrenamiento y la competición y en este aspecto el BOSU es un material de entrenamiento ideal.

Los pilares básicos de un plan de prevención de lesiones articulares serían:

a.- Analizar la estructura del movimiento y la ergogenesis del esfuerzo en el entrenamiento y la competición.

b.- Definir las zonas y la tipología lesional mas usual de la práctica del futbol.

c.- Detallar los mecanismos que desencadenan las lesiones más usuales.

d.- Diseñar los ejercicios que prevengan y reduzcan la incidencia lesional.

e.- Integrar el plan de ejercicios de prevención de lesiones dentro de la planificación del microciclo.

f.- Realizar un control de los efectos inmediatos y retardados de los ejercicios sobre el nivel de rendimiento del jugador y sobre la incidencia lesional.

Las posibilidades metodológicas del entrenamiento con el BOSU serían, entre otras, mejorar la propiocepción de la rodilla y el tobillo del jugador, el equilibrio estático, el equilibrio dinámico, el equilibrio dinámico con gestos especificos del fútbol y ejercicios con salto previo sobre el Bosu, progresando en la intensidad y complejidad del esfuerzo.

EN QUE SE BASA EL ENTRENAMIENTO CON EL BOSU

El balance es el fundamento de todo movimiento. El BOSU se ha diseñado específicamente para adquirir el balance de manera segura y más rápida que cualquier otro aparato.

Fundamentado en la fisiología Neuromuscular, el BOSU proporciona otro significado al ejercicio haciéndolo más efectivo. El novedoso método de entrenamiento basa su trabajo en tres pilares básicos:

a.- Cardiovascular. Hace referencia a actividades con carácter aeróbico. Permite aumentar nuestra resistencia y fuerza muscular. Este tipo de ejercicios son más aconsejados para perder peso.

b.- Equilibrio. Se ejercita a través de varias posiciones que permiten el trabajo simultáneo de los músculos agonistas y antagonistas, que son neutralizadores y estabilizadores durante la mayoría de los movimientos. Este tipo de ejercicios mejoran el balance muscular porque se trabaja en la misma intensidad todos los músculos, evitando así lesiones en la vida diaria.

c.- Control postural y propiocepción. Se trabaja la capacidad de percibir la propia posición y ser conscientes de nuestra simetría corporal y equilibrio. Aprender las posturas correctas prepara el cuerpo para eludir dolencias comunes en la zona lumbar.

Estas actividades pueden secuenciarse y darles progresión para un trabajo aeróbico. También se puede desafiar la energía anaeróbica trabajando a una intensidad mayor aumentando los intervalos anaeróbicos y experimentando desafíos en el balance y estabilización.

Este tipo de entrenamiento imita los verdaderos aspectos de la vida cotidiana y del deporte haciéndolo lo que llamamos Funcional.

BENEFICIOS DEL BOSU

En el entrenamiento funcional se defiende la teoría de que el cuerpo es un todo donde cada gesto supone alterar el resto de la cadena y, a diferencia de lo que ocurre en un entrenamiento convencional, se trabaja la musculatura en su conjunto proponiendo movimientos globales del cuerpo que activen los músculos de forma simultánea.

El balance es la base de cualquier movimiento. También se ha descubierto que tener mejor balance en forma fisiológica puede transformar ese balance en un estado de balance mental.

Esta visión global supone una serie de beneficios no sólo físicos, también psíquicos.

a.- Beneficios físicos:

- El trabajo en superficies inestables favorece la adaptación de la musculatura funcional (que es la que necesitamos para nuestros esfuerzos) y mejora el equilibrio.

- Desarrolla nuestra fuerza y resistencia muscular y cardiovascular. Fortalece la musculatura del tronco, el abdomen, la espalda, las piernas y glúteos.

- Tonifica el cuerpo en general y zonas localizadas si se prefiere. Al ser una herramienta inestable, el hecho de intentar mantenerse en equilibrio favorece la tonificación de los músculos de forma involuntaria.

- Mejora la función neuromuscular, el control del movimiento y refuerza los músculos y ligamentos.

- Mejora la flexibilidad, la elasticidad, la coordinación y la agilidad de nuestro cuerpo.

- Ayuda a quemar calorías si se trabaja con ejercicios aeróbicos y evita dolencias en la zona cervical y lumbar, gracias a que reeduca la postura.

- Tiene carácter terapéutico porque ayuda en la recuperación de lesiones.

b. Beneficios psíquicos:

- Todos los deportes mejoran la salud mental y el BOSU mantiene atento, concentrado y con la mente ocupada al practicante.

- Reduce los niveles de estrés y mejora el sueño.

- Aumenta la atención puntual y la capacidad de concentración

- Incrementa los niveles endorfínicos, favoreciendo un bienestar personal que acaba aumentando la autoestima.

¿Cómo és la articulación del cuello?

¿Cómo és la articulación del hombro?

¿Cómo és la articulación del hombro?

¿Cómo és la articulación de la cadera?

¿Cómo és la articulación de la cadera?

ANATOMIA DE LA CADERA

La articulación coxofemoral es la articulación de la cadera y relaciona al hueso coxal con el fémur. Es de la familia de articulaciones diartrosis, de tipo enartrosis: la enartrosis más perfecta del cuerpo humano (junto con la articulación del hombro), uniendo el tronco con la extremidad inferior.

La cadera está formada por dos huesos llamados iliacos o coxales, fuertemente soldados entre sí por delante y unidos hacia atrás por el sacro.

Se dice que el hueso iliaco es plano, y este articula con el sacro, el cual hace función de cuña entre los dos iliacos. La unión de estos constituye el cinturón pélvico, donde están alojados órganos muy importantes para nuestras vidas.

La articulación está recubierta por una cápsula y tiene membrana y líquido sinovial. Junto con la enorme musculatura que la rodea, soporta el cuerpo en posturas tanto estáticas como dinámicas.

SUPERFICIES ARTICULARES

a.- Acetábulo o cavidad cotiloidea del coxal (cara externa del Coxal):

La cavidad cotiloidea es una cavidad esfèrica destinada al alojamiento de la cabeza femoral. Ubicada en la cara externa del hueso, presenta una parte articular en forma de medialuna y una parte no articular que es el trasfondo de la cavidad. Está circunscripta por la ceja cotiloidea, en su borde inferior está interrumpida por la escotadura isquipubiana. La cavidad cotiloidea esta orientada hacia abajo y hacia delante

b.- Cabeza y cuello del fémur:

Superficie convexa, corresponde a dos tercios de esfera. En su centro presenta la fosita del ligamento redondo para la inserción de dicho ligamento. La cabeza se mantiene unida a la diáfisis a través del cuello femoral, el cual está orientado hacia arriba, adentro y adelante.

c.- Rodete cotiloideo(Labrum acetabular):

Fibricartilago que se inserta en la ceja cotiloidea y tiene como función ampliar la cavidad cotiloidea para permitir una mejor congruencia con la cabeza femoral. A nivel de la escotadura isquipubiana, el rodete forma un puente y se inserta en el ligamento transverso del acetabulo, el cual se fija en los extremos de la escotadura.

CÁPSULA ARTICULAR

Es mayor por la cara anterior, se ancla en la ceja cotiloidea, la parte más superior del rodete articular y en el ligamento transverso. En el fémur se inserta de forma anterior en la línea intertroncantérica y posterior un poco por encima de la cresta intertrocantérea.

a.- Fibrocartílago

Rodete Cotiloideo, que sirve de ampliación y de contención y firmeza para la articulación.

b.- Límites de inserción de la càpsula

En el coxal: la cara externa del rodete cotiloideo.

A nivel del fémur: la línea intertrocantérea anterior y posterior a la cabeza del fémur.

LIGAMENTOS DE LA ARTICULACIÓN DE LA CADERA

a.- Ligamento redondo:

Va desde la fovea capitis llamada fosita del ligamento redondo en la cabeza del fémur hasta el fondo del acetábulo. Este es el ligamento que mantiene unida la articulación.

b.- Ligamento iliofemoral o "Y" de Bertin, también llamado ligamento de Bigelow:

Un potente ligamento que sale de la Espina Ilíaca Anterior Inferior del hueso coxal y tiene dos porciones que se insertan en la línea intertrocantérea anterior del fémur (por eso se parece a una "Y"). Es considerado el ligamento más fuerte del cuerpo humano.

c.- Ligamento pubofemoral:

Como su nombre lo indica, sale de la rama superior del pubis y se inserta, levemente por debajo del anterior, de modo que al entrecruzarse dan la apariencia de una “Z”. Funciona como un refuerzo de la parte inferior de la articulación.

d.- Ligamento isquiofemoral:

Sale del isquion y se inserta en la fosita digital del acetábulo en el fémur.

e.- Ligamento anular:

Llamado anular (anillo) porque rodea el manguito de la cápsula articular.

MÚSCULOS DE LA ARTICULACIÓN DE LA CADERA

a.- Extensión: glúteo mayor e isquiotibiales (bíceps crural, semitendinoso y semimembranoso).

b.- Flexión: Recto anterior del cuádriceps, psoas ilíaco, sartorio y tensor de la fascia lata.

c. - Abducción: Glúteo medio, glúteo menor, tensor de la fascia lata.

d.- Aducción: aductor mayor, aductor medio, aductor menor, recto interno y pectíneo. 

e.- Rotación externa: Gémino superior, gémino inferior, obturador interno, obturador externo, piramidal de la pelvis y cuadrado crural o cuadrado lumbar. 

f.- Rotación interna: tensor de la fascia lata, glúteo menor y glúteo medio.

IRRIGACIÓN E INERVACIÓN DE LA ARTICULACIÓN DE LA CADERA

La articulación de la cadera recibe sangre de ramas circunflejas de la arteria femoral. Recibe también contribución de pequeñas arterias a la cabeza del fémur provenientes de la arteria obturadora. Esta última es importante para prevenir isquemia de la cabeza del fémur en ciertos casos cuando el flujo sanguíneo de parte de la arteria femoral se disrrumpe, como en el caso de una fractura de la cabeza del fémur.

La inervación de la articulación coxofemoral la suple varios nervios (propiocepción, nocioceptivo, etc) incluyendo el nervio femoral, el nervio obturador, entre otros.

BIOMECÁNICA DE LA CADERA Y SUS EJES DE MOVIMIENTO

La articulación coxofemoral es una enartrosis de coaptación muy firme. Posee una menor amplitud de movimientos en relación con la articulación escapulohumeral, pero posee una estabilidad mayor.

- Eje transversal: situado en un plano frontal, se realizan los movimientos de FLEXIÓN- EXTENSIÓN

- Eje anteroposterior: situado en un plano sagital, se efectúan los movimientos de ABDUCCIÓN- ADUCCIÓN

- Eje vertical: permite los movimientos de ROTACIÓN EXTERNA-ROTACIÓN INTERNA.

MOVIMIENTOS DE LA ARTICULACION DE LA CADERA

 a.- FLEXIÓN DE LA CADERA:

La flexión de la cadera es el movimiento que lleva la cara anterior del muslo al encuentro del tronco. La flexión de la cadera está íntimamente relacionada con la actitud de la rodilla, así vemos diferentes tipos de flexión como:

- Flexión activa con la rodilla extendida a 90º.

- Flexión activa con la rodilla flexionada a 120º.

- Flexión pasiva con la rodilla flexionada a 140º.

- Flexión pasiva con la rodilla extendida (menor que los anteriores).

La flexión de la rodilla, al relajar los músculos isquiotibiales, permite una flexión mayor de la cadera.

En la flexión pasiva de ambas caderas juntas con la flexión de las rodillas, la cara anterior de los músculos establece un amplio contacto con el tronco, ya que a la flexión de las coxofemorales se añade la inclinación hacia atrás de la pelvis por enderezamiento de la lordosis lumbar.

b.- EXTENSIÓN DE LA CADERA:

La extensión conduce al miembro inferior por detrás del plano frontal.

La amplitud de la extensión de la cadera es mucho más reducida que la de la flexión ya que se halla limitada por la tensión que desarrolla el ligamento iliofemoral.

- Extensión activa (de menor amplitud que la pasiva):

- Con la rodilla extendida a 20º.

- Con la rodilla flexionada a 10º, esto es debido a que los músculos isquiotibiales pierden su eficacia como extensores de la cadera por haber empleado una parte importante de su fuerza de contracción en la flexión de la rodilla.

- Extensión pasiva: 

De 20º a 30º, dependiendo si la rodilla está en flexión o extensión. Tiene lugar al adelantar un pie, inclinando el cuerpo hacia delante mientras el otro permanece inmóvil.

Se pueden conseguir aumentos considerables de amplitud con la práctica de ejercicios apropiados.

c.- ADUCCIÓN DE LA CADERA:

La aducción pura no existe. Existen, movimientos de aducción relativa, cuando a partir de una posición de abducción llevarnos al miembro inferior hacia dentro.

Existen movimientos de aducción combinadas con extensión de la cadera y movimientos de aducción combinados con flexión de la cadera.

En todos los movimientos de aducción combinada, la amplitud máxima de la aducción es de 30º.

La posición de sentado con las piernas cruzadas una sobre otra, está formada por urna aducción asociada a una flexión y a una rotación externa. En esta posición, la estabilidad de la cadera es mínima.

d.- ABDUCCIÓN DE LA CADERA:

La abducción lleva al miembro inferior en dirección hacia fuera y lo aleja del plano de simetría del cuerpo.

La abducción de una cadera va acompañada de una abducción igual y automática de la otra.

Cuando llevamos el movimiento de abducción al máximo, el ángulo que forman los dos miembros inferiores es de 90º, de lo cual se deduce que la amplitud máxima de la abducción de una cadera es de 45º.

En los sujetos adiestrados se puede conseguir una abducción de l80º, pero en este caso está en abducción-flexión.

e.- ROTACIÓN DE LA CADERA:

La rotación externa es el movimiento que conduce la punta del pie hacia fuera.

La rotación interna lleva la punta del pie hacia dentro. La posición de referencia, mediante la cual estudiamos la rotación, se obtiene estando el sujeto en decúbito prono y la pierna en flexión de 90º sobre el muslo, en esta posición nos encontramos: la rotación interna a 35º y rotación externa a 60º.

Con el sujeto sentado al borde de una mesa, con la cadera y rodilla flexionadas en ángulo recto, podremos rotar tanto externamente como internamente, a estos movimientos los denominamos rodadura.

Los practicantes de yoga llegan a forzar la rotación externa hasta tal punto que los ejes de ambas piernas queda paralelos, superpuestos y horizontales (posición de Loto).

¿Cómo és la articulación del tobillo?

¿Cómo és la articulación del tobillo?

HUESOS DEL TOBILLO

La articulación del tobillo está formada por tres huesos: el peroné (es el hueso delgado de la pierna, está en el lado externo) , la tibia (es el hueso más grande de la pierna, está del lado interno) y el astrágalo. Los dos primeros conforman una bóveda en la que encaja la cúpula del tercero. Permite, sobre todo, movimientos de giro hacia delante y hacia atrás, que son movimientos de flexo-extensión del pie. En el sentido lateral, los topes del maleolo peroneo y maleolo tibial, que son los dos apéndices óseos que continúan peroné y tibia a ambos lados, impiden un movimiento completo de giro lateral aunque sí permiten su inicio.

El calcáneo y el escafoides mandan ligamentos importantes al tobillo.

El astrágalo se apoya sobre el calcáneo formando una articulación bastante plana, sin gran movimiento. Esta articulación subastragalina es fuente de conflictos ya que soporta la transmisión de fuerzas del peso corporal y rige movimientos finos de estabilidad del pie. Cuando se deteriora el cartílago de esta articulación, se produce una degeneración artrósica y dolor, que en ocasiones obliga a la intervención quirúrgica para suprimirlo o aliviarlo.

Es interesante mencionar, por su trascendencia en la generación de lesiones deportivas, un apéndice posterior o cola en el astrágalo. En movimientos bruscos del pie hacia atrás, como el producido al chutar con fuerza un balón, este relieve óseo bascula, llega a chocar con la parte posterior de la tibia y se rompe. La fractura es a veces tolerable pero otras obliga a la intervención quirúrgica, retirando el fragmento roto, para permitir que el deportista pueda seguir golpeando un balón sin dolor. No hay que confundirlo con una variante anatómica, el os trigonum de astrágalo, que ofrece la imagen radiográfica de una cola de astrágalo suelta, muchas veces indiferenciable de la fractura.

El astrágalo se articula, siguiendo la dirección que lleva a los dedos, con el escafoides y el cuboides, situados en la zona interna y externa del pie, respectivamente. Entre el escafoides y la línea formada por los metatarsianos, están las tres cuñas. Los metatarsianos tienen unas bases casi planas y unas cabezas esféricas para articularse con las primeras falanges de los dedos.

LIGAMENTOS DEL TOBILLO

Las articulaciones precisan de ligaduras que mantengan la cohesión de los huesos que las forman, impidiendo su desplazamiento, su luxación y permitiendo por otra parte movimientos concretos.

Estos ligamentos son importantes ya que son los que le proporcionan estabilidad a la articulación. Son lesionados frecuentemente durante la práctica deportiva, son los llamados esguinces o torceduras.

La descripción de todos los ligamentos de tobillo y pie sería materia de alta especialidad debido a su número y complejidad. Podemos mencionar los más importantes:

- La cápsula articular envuelve la articulación, creando un espacio cerrado, y ayuda a los ligamentos en su misión estabilizadora.

- Ligamentos laterales externos.
unen al astrágalo y al calcáneo con el peroné, están en el lado externo. Partiendo de la punta del maleolo externo, se divide en tres fascículos (peroneo astragalino posterior, peroneo calcáneo y peroneo astragalino anterior), sujetando lateralmente el tobillo. Si se rompen, se produce rápidamente una gran inflamación que es conveniente revertir cuanto antes mediante la aplicación de frío y es muy fácil que el tobillo se vuelva a torcer en movimientos de inversión del pie.

- Ligamento deltoideo. Este ligamento parte de la punta del maleolo interno y sujeta la cara interna del tobillo,
une al astrágalo y al calcáneo con la tibia y está en el lado interno del tobillo.

- Ligamento sindesmal, sindesmosis o ligamento tibio-peroneo. Amarra la porción más distal de la tibia y el peroné para mantenerlos unidos en esa función de bóveda que presenta su superficie articular a la cúpula del astrágalo. Su rotura plantea muchos problemas. Tarda en cicatrizar mucho tiempo y puede dejar secuelas permanentes de dolor e inestabilidad que obliguen a la intervención quirúrgica. El ligamento une los dos huesos en todo el trayecto antero-posterior de su unión, no solamente en la parte delantera del tobillo. Por eso, cuando se rompe, puede dejar flecos que cuelguen hacia la articulación y dolor en la región posterior del tobillo.

- En la parte posterior del tobillo existe también una red de ligamentos que unen la tibia y el peroné (tibio-peroneo posterior), la tibia con el astrágalo, etc...Hay que destacar el ligamento transverso, que se lesiona por el mismo mecanismo que la sindesmosis, de la que puede considerarse una prolongación posterior.

MUSCULOS

- Músculos extrínsecos del pie son los encargados del movimiento de tobillo y pie. Aunque están en la pierna, ejercen su tracción tirando de las inserciones óseas de tobillo y pie. Consiguen los movimientos de flexión dorsal, flexión plantar, inversión y eversión del pie.

- Músculos intrínsecos del pie son los que, situados en el mismo pie, consiguen los movimientos de los dedos: flexión, extensión, abducción y aducción.

- Flexores plantares. Son los que traccionan del pie hacia atrás. Están situados por lo tanto en la parte posterior de la pierna, en la pantorrilla. Son el sóleo y los gemelos con el tendón de Aquiles, que es común a ambos.

- Flexores dorsales son los que levantan el pie hacia arriba y están situados en la cara anterior de la pierna. Son el tibial anterior, el peroneo anterior y el extensor común de los dedos.

- Inversores del pie. El tibial anterior se inserta en el primer metatarsiano y la primera cuña.

- Eversores del pie. El peroneo lateral largo y el peroneo lateral corto se insertan en la primera cuña y base del primer metatarsiano mientras que el peroneo anterior se inserta en las bases del cuarto y quinto.

- La aponeurosis plantar es una estructura anatómica que hay que tener muy en cuenta pues, cuando se inflama, da lugar a las temidas fascitis plantares, muy molestas e incapacitantes. Es una estructura que conforma el suelo de la bóveda plantar y que se inserta en la porción inferior del calcáneo.

TENDONES

También hay tendones que cruzan el tobillo.

- Los que pasan por la parte anterior son los que permiten que flexionemos hacia arriba el tobillo y que extendamos los dedos del pie.

 

¿Cómo és la articulación de la rodilla?

¿Cómo és la articulación de la rodilla?

La rodilla es una articulación compleja del miembro inferior. Une el muslo con la pierna y se puede dividir a su vez en dos articulaciones, aunque funcionalmente es una, la articulación femoromeniscal (proximal) y meniscotibial (distal).

La articulación proxial es del tipo tróclea y la distal trocoide, en conjunto forman una tróclea, aunque la articulación se lleve a cabo mediante dos condilos (condilo femoral interno y condilo femoral externo).

La rodilla permite los siguientes movimientos: flexión, extensión, bloqueo, desbloqueo, y una ligera rotación. Los ligamentos y meniscos, junto con los músculos que atraviesan la articulación, impiden el movimiento más allá de lo que permite el rango de movimiento de la rodilla. por eso decimos que la rodilla es un hueso que se mueve constantemente.

La rodilla está diseñada para protegerse a sí misma y esta articulación está formada por:

1.- una cápsula articular que envuelve la rodilla y que es lo suficientemente flexible como para permitirle moverse, pero a la vez con la suficiente fuerza para mantener la articulación unida., una membrana sinovial y numerosos elementos de refuerzo.

2.- el extremo inferior del fémur y el extremo superior de la tibia.

3.- los cartílagos que recubren los extremos del hueso del muslo (fémur) y de la tibia, que ayudan a reducir la fricción durante el movimiento, haciendo que los huesos no rocen entre si y facilitando el movimiento.

4.- la rótula que es un pequeño hueso triangular que sirve de palanca para los músculos cuando doblan y enderezan la pierna y además protege la parte frontal de la articulación de la rodilla.

5.-  una membrana sinovial que envuelve la articulación y que forma lo que se llama la cápsula sinovial. El tejido sinovial que reviste la cápsula produce o segrega el líquido sinovial que lubrica la articulación. Los sacos con fluido (bolsas) proveen protección a la piel o los tendones que se mueven sobre el hueso.

6.- los meniscos, que son unas almohadillas de cartílago que actúan para amortiguar los golpes entre los dos huesos y ayudan a distribuir el peso del cuerpo en la articulación. Los meniscos son dos, un menisco interno (con forma de C) y otro externo (con forma de O).

Son fibrocartílagos en número de dos avascularizados y conexión nerviosa, por lo que al lesionarse no se siente dolor agudo pero si molestia en la zona. Están dispuestos entre la tibia y el fémur y hacen de nexo entre estos pues las cavidades glenoidales de la tibia son poco cóncavas mientras los cóndilos femorales presentan una convexidad más acentuada, también son encargados de agregar estabilidad articular al controlar los deslizamientos laterales de los cóndilos y de transmitir uniformemente el peso corporal a la tibia.

Los meniscos disminuyen su grosor de fuera a dentro, el exterior tiene forma de "O" y el interno de "C" o "media luna".La cara superior de estos es cóncava y la inferior plana. Se adhieren a la cápsula por su circunferencia externa mientras la interna queda libre. Ambos meniscos quedan únidos entre sí por el ligamento yugal.

7.- los ligamentos laterales y posteriores de la rodilla refuerzan la cápsula articular, añandiendo estabilidad. Existen cuatro ligamentos principales en la rodilla. Los ligamentos son bandas de tejido elástico que conectan los huesos entre sí y proporcionan estabilidad y resistencia a la articulación. Los cuatro ligamentos principales de la rodilla conectan el fémur (hueso del muslo) con la tibia (hueso de la espinilla) y son:

- el ligamento anterior cruciforme o cruzado anterior que es un ligamento localizado en el centro de la rodilla, que controla los movimientos de rotación y hacia delante de la tibia (evita el desplazamiento anteroposterior).

- el ligamento posterior cruciforme o cruzado posterior que es un ligamento localizado en el centro de la rodilla, que controla el movimiento hacia atrás de la tibia (evita el desplazamiento anteroposterior).

- el ligamento lateral interno que es un ligamento que proporciona estabilidad al interior de la rodilla y evita el desplazamiento lateral.

- el ligamento lateral externo que es un ligamento que proporciona estabilidad a la rodilla externa y evita el desplazamiento lateral.