Blogia
ENTRENADORES DE FUTBOL

Particularidades de la preparación física específica del jugador de fútbol.

Particularidades de la preparación física específica del jugador de fútbol.

PARTICULARIDADES DE LA PREPARACIÓN FÍSICA ESPECÍFICA DEL FUTBOLISTA

El fútbol es quizás el más exigente de todos los deportes porque pocos deportes se juegan en un terreno de juego tan grande, con una duración tan larga y sin periodos de descanso regulares y, por ello, en el fútbol moderno de cualquier nivel, el entrenamiento y el acondicionamiento físico son esenciales.

El fútbol es un deporte de los considerados completos, ya que en él intervienen gran cantidad de factores externos, como el clima, el estado y superficie del terreno de juego, la presión del público, etc., e internos como los aspectos tácticos, la estrategia, el nivel técnico de los jugadores, el estado anímico de los participantes, etc.

La Preparación Física, es un medio que desarrollado con precisión le permitirá al jugador tener el combustible suficiente para expresar todo su potencial de creatividad, talento y entrega durante los noventa minutos que dura el juego.

a.- Aspectos generales de los esfuerzos físicos del futbolista:

El Fútbol ha sido clasificado de diferente manera, (como deporte de transición aeróbica-anaeróbica, aeróbico-anaeróbico intermitente, etc.), pero todas las clasificaciones coinciden en la sucesión alternada y variable de esfuerzos anaeróbicos y aeróbicos.

El modelo de rendimiento en el fútbol, es el punto de partida para la metodología del entrenamiento funcional, definido como: "la capacidad de repetir esfuerzos breves de elevada intensidad y precisión, en intervalos con pausas de diversa duración". El entrenamiento funcional persigue entonces, el objetivo fundamental de permitir el mantenimiento de las propiedades fundamentales de juego.

La demanda física del futbolista está compuesta sobre todo por esfuerzos explosivos, repetidos en forma intermitente un elevado número de veces.

En cuanto al aspecto explosivo de los esfuerzos, representa un parámetro cualitativo que implica un entrenamiento fundamentado en la fuerza. Cualquier acción motriz pasa por contracciones musculares cuya calidad depende de su intensidad. Así pues, explosión, velocidad y parada no son más que casos particulares de la contracción muscular, es decir, de la fuerza.

Por ello se debe establecer el músculo, es decir, la fuerza, como elemento central de la estructura mecánica humana (Cometti, 1988). La musculación sirve para mejorar la fuerza en cantidad y sobretodo en calidad.

En cuanto al aspecto repetido de los esfuerzos, se adopta un parámetro cuantitativo que está basado únicamente en la resistencia. Hay que desarrollar la aptitud de repetir la fuerza recurriendo a las distintas vías energéticas.

Según Dufour, la distribución de los esfuerzos en fútbol es la siguiente:

Durante un partido de fútbol cuya duración es de 90 minutos se estima que hay 60 minutos de juego real o efectivo por equipo, de los cuales cada jugador interviene de un 20 a un 40 por ciento, recorriendo durante su intervención, aproximadamente, 3 kilómetros de marcha y 7 kilómetros de carrera. De la distancia recorrida en carrera se establece que un 64 % es carrera lenta aeróbica, un 24 % es carrera moderada anaeróbica y un 14 % es carrera rápida aláctica.

Entre los tres tipos de esfuerzo que el jugador realiza en los 7 kilómetros de carrera, los que constituyen el 14% son los más importantes pues son los más determinantes en un partido de fútbol. Por ello, la musculación irá dirigida a estos esfuerzos de alta intensidad para mejorar su calidad y la resistencia irá encaminada a aumentar el número de esfuerzos realizados.

Un estudio de Winkler muestra la distribución estadística de las distancias de carrera de un jugador a lo largo de un partido y obtiene al igual que Dufour que la distancia más utilizada por un futbolista va de 5 a 15 m. Además, según Mombaerts la mitad de los tiempos de reposo tienen una duración inferior a 15”.

b.- En este punto nos podríamos preguntar: ¿Aparte de las teorías comentadas en el punto a, realmente cuanto corre un jugador durante un partido de fútbol?:

Aunque la distancia recorrida por un jugador de fútbol depende de variantes como la táctica que haya ordenado el entrenador, su demarcación en el campo o la intensidad del partido, la realidad es que normalmente suelen recorrer entre ocho y 14 kilómetros por encuentro. Además, no todo el tiempo corren (sólo el 18%), la mayor parte caminan (72%), el 7% esprintan y el 3% corren en posesión del balón o regateando al contrario.

Lo sabemos gracias a las estadísticas que desde 2008 ofrece la UEFA y que se suman a las ya habituales (porcentaje de posesión de balón, tiros a puerta, etc.). Por ejemplo, en el partido de Champions que enfrentó al Copenhagen frente al FC Barcelona el pasado 2 de noviembre, Dani Alves fue el culé que más distancia recorrió (11.894 metros), seguido de Busquets y Xavi Hernández.

¿Pero cómo es posible calcular este dato con tanta precisión?. Es posible gracias a la aplicación de una tecnología militar desarrollada en Suecia en los últimos años. La empresa italiana contratada por la UEFA que la implementa se llama «Delta Tre». Dicha compañía se encarga de instalar un total de 16 cámaras en la zona alta de los estadios. Tras asignar un número y unas coordenadas a cada uno de los objetos que habrá en movimiento (22 jugadores, los 3 árbitros y el balón), estas cámaras se reparten las zonas de registro del terreno de juego y se encargan de monitorizar todo lo que acontece, para inmediatamente transmitir los datos de posición de los deportistas al software encargado de realizar los cálculos, siempre bajo una contínua supervisión de un equipo de monitores.

Junto a Delta Tre, existen otras empresas que brindan este tipo de servicios tanto a clubes, como a federaciones y a televisiones. De hecho, una de ellas, aunque es francesa, tiene su sede en España. Se llama Amisco y sus cámaras son actualmente utilizadas por importantes equipos europeos como el Real Madrid, Valencia, Liverpool, Aston Villa, Marsella, etc.

A finales de los setenta, después de la Copa del Mundo Argentina 78, las expectativas de entrenadores, preparadores físicos y los mismos aficionados transformaron la vida de los jugadores. Veinte años después, en Francia 98 el esfuerzo físico de cada jugador, con excepción del portero, se duplicó, ya que debían recorrer en promedio cerca de 11 kilómetros del silbatazo inicial la conclusión.

Antonio Naelson Sinha Matias, el número diez del Toluca y mundialista mexicano en Alemania 2006, ejemplificó el rigor vigente: “aquí entrenamos tres horas diarias. Por lo general el miércoles es un día de gimnasio y el resto se divide en sesiones técnicas, estratégicas e interescuadras. Un futbolista profesional corre entre 9 y 12 kilómetros por partido. Un mediocampista en mi posición corre en promedio unos 10 kilómetros.”

En el estudio Cuantificación del esfuerzo físico del jugador de fútbol en competición (El Entrenador Español número 71, 1996), se analiza el tipo de desplazamientos de los futbolistas. En la investigación se encontró que los jugadores sólo corren al tope de su velocidad un 12 por ciento del partido, equivalente a 11 minutos. Pero ese periodo es corrido más rápido que un velocista de 400 metros. Durante 44 minutos el jugador trota y por los restantes 35 minutos el desplazamiento del futbolista es lento, casi caminando.

Con todo lo expuesto y comentado se puede afirmar que el fútbol es un juego de tipo explosivo caracterizado por acciones de tipo “intermitente” con lo que el entrenamiento por "contraste" es el más interesante aumentando las diferencias entre los esfuerzos intensos y los moderados.

c.- Aspectos generales de los esfuerzos físicos del futbolista durante la competición (el partido):

El partido es el momento donde se juntan e interactúan todos los factores internos y externos, y por lo tanto para el futbolista no basta con una simple asimilación del trabajo técnico, sino que será necesario el conseguir un estado físico y mental que le concedan las máximas garantías para competir en las mejores condiciones posibles.

Es aquí donde nace la necesidad para el futbolista de una buena preparación física como un trabajo que sirva de base al desarrollo de las capacidades necesarias para cada deporte. En el caso del fútbol la preparación física debe suponer un proceso de entrenamiento que permita al jugador el desarrollo de las capacidades técnicas, tácticas e incluso psicológicas de manera óptima.

- Los jugadores están obligados a realizar esfuerzos continuos (correr, saltar, golpear...) y prolongados (la duración de los partidos es larga 90 minutos y la competición se desarrolla durante 10 meses al año).

- Se juega en espacios amplios (las dimensiones del terreno de juego son normalmente grandes en relación al número de jugadores) y expuestos a diferentes factores externos (estado del terreno de juego, el clima...).

- Los jugadores deben realizar acciones y gestos de gran variedad y complejidad (acciones técnicas, movimientos tácticos, ejecuciones físicas, etc.).

- Los futbolistas deben competir al límite de su potencial ya que existe una gran competitividad y los resultados tienen una gran repercusión social.

d.- Aspectos generales de los esfuerzos físicos del futbolista durante la preparación (el entrenamiento):

A lo largo de la historia ha evolucionado en gran medida. En un principio la única manera que se utilizaba para entrenar era la práctica reiterada del mismo deporte mediante partidillos, posteriormente se fue evolucionando con aportaciones de ejercicios específicos de la modalidad, más tarde y como consecuencia de la preocupación por conseguir unas mayores prestaciones físicas de los futbolistas, se fueron añadiendo otro tipo de ejercicios (gimnásticos, correr alrededor del campo...).

Actualmente han surgido nuevos métodos de entrenamiento. Métodos que tienen en cuenta la idiosincrasia de la disciplina pero que además incluyen ejercicios muy variados y multidisciplinares en busca del entrenamiento integral que sirva para la optimización de las capacidades de los futbolistas.

La planificación de estos nuevos métodos de entrenamiento debe tener en cuenta las características de los esfuerzos que realizan los jugadores en el transcurso del juego:

1.- Esfuerzos explosivos (potencia);

- Carreras a velocidades máximas (sprints) de 20 a 40 metros.

- Cambios de ritmo, detenciones y arranques bruscos.

- Diferentes tipos de desplazamientos (laterales, de espaldas, etc.) y cambios de dirección.

- Giros, saltos, caídas y golpeos.

2.- Esfuerzos que requieren de la capacidad de resistencia;

- Esfuerzos prolongados en el tiempo (90 minutos) y a intensidades moderadas (resistencia aeróbica).

- Esfuerzos cortos de duración pero muy intensos (resistencia anaeróbica).

3.- Otros tipos de esfuerzos;

- Esfuerzos motivados por la realización de acciones y movimientos propios del juego (técnica, táctica).

- Esfuerzos en base al afán de superación y sufrimiento (psicológicos) y que obligan al futbolista a competir al límite de sus posibilidades por la gran repercusión social que tienen los resultados.

El "entrenamiento moderno" debe estar encaminado a dotar al futbolista de las condiciones necesarias para poder realizar este tipo de acciones y recuperar los esfuerzos que demanda el juego, pero además debe cumplir tres premisas fundamentales:

1.- Al principio de la temporada hay que dotar al jugador de una condición física de base que le permitan soportar las cargas de trabajo a lo largo de toda la temporada.

2.- Es necesario incentivar la mejora mediante estímulos de intensidad creciente (día a día, mes a mes y temporada a temporada).

3.- Es necesario diversificar las actividades y ejercicios para motivar, lograr un entrenamiento integral y dotar de armas al jugador para asimilar la especificidad del fútbol.

0 comentarios