Técnica individual defensiva: El corte.
CONCEPTO
Es la acción defensiva que interrumpe la combinación de pases del equipo contrario, bien quedándose el jugador con el balón, o bien simplemente evitando que éste llegue a su destino. Se puede realizar con todas las superficies del cuerpo que permite el reglamento.
El corte supone una acción defensiva fundamental, por medio de la cual se impide la progresión ofensiva del equipo contrario.
Normalmente una acción de corte efectiva es el reflejo de una buena interpretación táctica, de una buena ejecución técnica y de una gran concentración en el juego.
El corte se convierte en un gran número de ocasiones en el inicio de la jugada ofensiva (contraataque) mediante el cual se logra desestabilizar el equilibrio defensivo del equipo contrario.
Es también considerado un principio táctico defensivo.
CONSIDERACIONES GENERALES
Para realizar un buen corte debemos tener:
- Mucha capacidad de decisión y convicción en lo que se va a hacer.
- Atención exclusiva en el juego.
- Sentido de la anticipación (velocidad de movimientos y ganas de buscar el balón).
- Valentía en los contactos con el contrario.
- Estar en una posición que nos permita ver el balón, el posible destino y trayectoria y al adversario destinatario de la combinación.
- Sentido práctico de la destrucción del juego del rival. (A pesar de ser difícil el solo hecho de interrumpir la combinación contraria, intentar siempre pensar en la jugada posterior).
Dependiendo de la superficie de contacto varían, pero todos los cortes tienen unos factores y fundamentos comunes:
- Máxima amplitud de movimientos.
- Búsqueda del balón (si se espera en vez de ir a por él, no hay nada que hacer).
- Buena coordinación entre el pase del contrario y nuestro movimiento.
- Intentar dominar y controlar el balón con la superficie elegida para atacar seguidamente.
ERRORES MAS FRECUENTES AL REALIZAR EL CORTE
- No calcular adecuadamente la trayectoria y la distancia al balón, con lo que éste nos supera.
- No ser lo suficientemente contundente en el corte de manera que se produce al final un desvío incontrolado.
- Precipitarse en la anticipación de forma que el balón nos supera con el enorme riesgo que ello supone.
- No dar una adecuada orientación al corte, cuando disponemos de tiempo suficiente para hacerlo.
- En los cortes desde atrás, atropellar al adversario, dándole una falta a favor cuando se encontraba de espaldas a nosotros y sin todavía haber controlado el balón, con la ventaja que para él supondrá un saque a balón parado en base a lo que hubiese podido conseguir de la otra forma.
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