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ENTRENADORES DE FUTBOL

¿Cuál debería ser la filosofía del entrenador de fútbol base?

¿Cuál debería ser la filosofía del entrenador de fútbol base?

¿CUÁL DEBERÍA SER LA FILOSOFÍA DEL ENTRENADOR DE FUTBOL BASE?

“Ganar no es lo único importante, pero esforzarse por lograrlo sí lo es. El éxito consiste en esforzarse al máximo para obtener la victoria”.

Imaginamos que somos entrenadores de futbol base, debemos tener en cuenta que la filosofía que debe primar es la de recompensar el esfuerzo de los jóvenes futbolistas, en este caso nuestros alumnos. El resultado podrá ser positivo o negativo pero debemos premiar a aquellos que se esfuerzan por conseguir lo que se propone.

Vamos a poner un ejemplo claro, si dentro de nuestra sesión estamos entrenando el pase, el niño obtendrá un mayor o menor éxito en función de su nivel de esfuerzo ante la actividad planteada por el entrenador. De igual forma, como hemos dicho anteriormente, este deberá premiar y ayudar a la adquisición de dicha habilidad por parte de los alumnos.

“Cuando intentáis hacerlo lo mejor posible siempre sois ganadores, aunque a veces, el otro equipo marque más goles”.

Dentro del trabajo en equipo, debemos también inculcar a los niños la importancia de trabajar y mejorar en función de las posibilidades de cada uno, para que al final siempre seamos ganadores.

Fomentar esta filosofía es complicado por el entorno competitivo en el que vivimos y por la inevitable comparación con los demás. Aun así, la práctica de esta filosofía llevará al niño y al adulto a disfrutar el fútbol más allá del éxito por ganar. Esto es lo que realmente importa en esta etapa de aprendizaje, no solo ganar. Cuántas veces hemos visto a muchos equipos ganar en las primeras etapas de formación y, por centrarse solo en ganar su formación no ha sido la adecuada, derivando en un equipo o jugadores del “montón” en la etapa señor.

Ganar no lo es todo en futbol base

Hay multitud de variables en la etapa de formación del jugador en el futbol base que como entrenadores de categorías inferiores debemos fomentar entre nuestros “pequeños futbolistas”.

Por otro lado, el fracaso no es sinónimo de derrota ni el éxito lo es de victoria. El éxito está en la superación diaria de nuestro alumno y en tener ese afán por conseguir avanzar en cada entrenamiento partiendo de sus capacidades iniciales. Por tanto, es muy importante tener en cuenta más que el resultado en estas categorías, el esfuerzo y las capacidades de los niños.

(Este artículo está basado en el “Manual del entrenador de futbol base” de David Luis Sànchez Latorre).

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