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ENTRENADORES DE FUTBOL

- el entrenador

La adaptación de los entrenadores a un equipo.

La adaptación de los entrenadores a un equipo.

La adaptación de los entrenadores a un equipo

Las variables que condicionan al entrenador durante su estancia en un club podrían suscribirlas muchos docentes en sus colegios.

¿Os habéis preguntado por qué hay entrenadores que triunfan en todos los equipos que entrenan? Y sin embargo hay otros profesionales que por muy brillantes que sean definiendo conceptos tácticos y planteando partidos, no saben dar con la tecla mágica del éxito.

Quizás el secreto esté en tener la habilidad camaleónica de saber adaptarse al equipo que tenemos que entrenar igual que el maestro lo hace con cada centro educativo y más específicamente, con cada grupo-clase.

Para valorar nuestra capacidad para ajustar nuestra metodología, tenemos que tener en cuenta los siguientes aspectos:

a. - Potenciar la plantilla: 

Cada uno de nuestros jugadores tiene unas habilidades innatas y unos aspectos potencialmente brillantes. La misión de un buen técnico ha de ser la de descubrirlos y trabajarlos para formar jugadores completos. No podemos obcecarnos con la idea de seguir siempre el mismo sistema de juego, hemos de amoldar la forma de jugar a las habilidades de nuestro plantel.

b.- Identificar el entorno: 

Tenemos que observar y anticipar posibles problemas, que pueden condicionar nuestra forma de trabajar. Informarse de la normativa interna y de las líneas de actuación del club en ámbitos de disciplina interna, formativos, económicos... En una etapa posterior, nos darán la clave para ahorrarnos conflictos y poder actuar sobre ellas desde dentro proponiendo cambios o analizando su efectividad.

c.- Adaptar el lenguaje: 

No es lo mismo estar entrenando en barrios marginales de nuestra ciudad que en una zona de alto nivel socio-económico. En ocasiones, olvidamos que debemos medir muy bien nuestras palabras para poder transmitir claramente nuestro mensaje. A la hora de conversar con jugadores, padres y miembros del club debemos tenerlo en cuenta, hacerles ver que entendemos sus preocupaciones e inquietudes y que trabajamos para solucionarlas.

d.- Medir la complejidad de los entrenamientos:

Si nuestros jugadores estaban acostumbrados a entrenamientos con balón o poco trabajo físico, no debemos cambiar bruscamente la metodología. Hemos de seguir una progresión para intentar que los jugadores no sufran lesiones y se adapten al nuevo plan de entrenamiento paulatinamente. A la hora de plantear cada uno de los ejercicios, debemos valorar si son demasiado difíciles de comprender para nuestros jugadores. En caso afirmativo, deberíamos introducir variantes más fáciles antes de que sean capaces de realizar el ejercicio completo.

e.- Adaptar los objetivos a la realidad: 

No favorecemos a nadie si inflamos las expectativas del equipo a nivel de resultados. Tarde o temprano, el plantel se da cuenta de que no hemos sido realistas y deja de confiar en nosotros. Hay que ir poco a poco y no ensalzar en demasía las virtudes de nuestro equipo ni exagerar los defectos. Encontrar el punto de objetividad para no dejarnos llevar por lo que pensamos subjetivamente debe ser nuestra meta.

f.- Optimizar los materiales del club: 

El entrenador debe prepararse muy bien los ejercicios en los entrenamientos. Si estamos trabajando en un club con pocos recursos económicos, debemos buscar la manera de sustituir la ausencia de conos, picas, vallas, balones... Hay que ser muy creativo y buscar objetos que puedan sustituir su funcionalidad. A ver que se os ocurre!

g.- Mejorar la dinámica del equipo: 

Siempre es aconsejable analizar las relaciones que existen entre los diferentes miembros del equipo mediante sociogramas u observación directa. Modificar relaciones perniciosas y fomentar el espíritu de equipo están asociados con este apartado. A todo ello, se suman los resultados previos que muchas veces influyen sobre el desarrollo que los jugadores hacen de su plan de juego.

Por suerte, los tiempos han cambiado para mejor y existe mucha bibliografia que nos puede aconsejar sobre la adaptabilidad al medio. Antaño no contábamos con tanta información sobre el tema y los recursos para aplicar esta filosofía al fútbol eran limitados.

Si redefinimos nuestra metodología con cada nuevo equipo que entrenamos y trabajamos las inteligencias emocional e interpersonal entre todos los que interactúan con él, seguro que conseguimos resultados o al menos, minimizar los efectos de nuestros fracasos profesionales.      

(este artículo es obra del  profesor Óscar del Estal, profesor en Escola Splai, con  algun comentario o corrección mio).   

 

¿Cómo mejorar la atención en el fútbol formativo?

¿Cómo mejorar la atención en el fútbol formativo?

INTRODUCCIÓN

En las disertaciones que participo sobre fútbol formativo es muy frecuente que los entrenadores comenten que hay niños que se distraen constantemente , que no prestan atención a lo que se les dice y que cuando se les habla están mirando a otro lado. Comentan también  que deben repetirles la dinámica de un ejercicio porque no lo logran hacer o no lo han entendido y que después en la competición se olvidan de sus tareas.

En fin estas son algunas situaciones de falta de atención que se dan en esas etapas y que muchas veces se vuelven a dar cuando estos niños crecen y pasan de categoría en categoría, esto claramente sería parte de la actuación de un psicólogo preparado para estas problemáticas, pero no todos los entrenadores pueden contar con tal relevante ayuda, por lo cual se ven en una situación de “hacer” como mejor sepan y puedan.

CONCEPTO DE ATENCIÓN

Encuentro que lo importante es saber primero ¿qué es la atención y  cuando consideramos que es un problema? y sobre todo, ¿cómo podemos mejorar la atención en el entrenamiento?.

La atención constituye la capacidad de aplicar voluntariamente el entendimiento a un objetivo, tenerlo en cuenta o en consideración.

Di fusco, jugador compañero de Maradona en el Napoli campeón de Italia decía que jugar junto al astro argentino significaba utilizar un alto grado de atención porque había que ver agudamente, elegir y estar preparado para la genialidad y quien no lo estaba, seguramente no podría jugar junto a este crack.

Comentaba a su vez que el entrenador les llamaba la atención cuando no seguían la acción porque afirmaba “quien retira la atención de un simple gesto de su compañero, habrá perdido la esencia de la jugada”.

¿CUÁNDO SE PUEDE CONSIDERAR UN PROBLEMA LA FALTA DE ATENCIÓN?

Podemos considerar la falta de atención como un problema cuando:

- el niño no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido.

- cuando tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas porque generalmente cuando se juega el partido cambian notablemente y logran mayor grado de atendibilidad.

- cuando parece no escuchar y sobre todo cuando se le habla directamente.

- cuando no sigue instrucciones y/o finaliza con los ejercicios y con la tarea que se le dá (esto no se debe a comportamientos negativistas o a incapacidad para comprender instrucciones).

- cuando evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como por ejemplo entender una determinada ejercitación donde actúan varios niños a la vez).

- cuando se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes, mirando lo que sucede en otro lugar o en la búsqueda de sus familiares detrás del perímetro de juego, etc.

¿CÓMO PODEMOS MEJORAR LA ATENCIÓN DE ESOS NIÑOS?

Para mejorar la atención de los niños es necesario y deberemos:

- priorizar el uso del reforzamiento positivo y la anticipación, de tal manera que se minimice la aparición de conductas oposicionistas.  

- determinar límites y normas claras de trabajo antes de iniciar la sesión de entrenamiento.

- evitar las largas filas en cada ejercicio (esto ocurre frecuentemente en los ejercicios de tiro a porteria) para ello la solución es realitzar un trabajo de grupos más reducidos que trabajan simultaneamente.

- a los más distraídos hacerles iniciar el ejercicio detrás de los más atentos, casi siempre en el segundo lugar, para así no darles el tiempo de “irse” mentalmente del entrenamiento.

- preferiblemente utilizar premios en lugar de castigos.

- realizar siempre nuevos ejercicios que motiven al niño evitando los tiempos muertos y los entrenamientos rutinarios o repetitives.

- cuanto mayor sea el “desafío”, mayor será el grado de atención, sobre todo cuando se realizan pruebas de equipo, donde quien logra hacerlo mejor es quien gana y por ello todos deben estar atentos a los tiempos, espacios y relaciones.

Por otra parte también es muy importante:

- valorar el esfuerzo y reconocer cuando este tipo de niños realiza con efectividad la tarea asignada o el ejercicio hecho.

- para los que tienen mayores problemas de atención después de las reglas que se le han asignado, hacer que ellos las digan y las entiendan. Claramente esto se debe hacer de manera cuidada, preguntandole lejos del grupo para que el mismo no se encuentre en dificultad o tenga vergüenza  y reforzando su autoestima ya que los niños establecen confianza en la medida en que saben qué se espera de ellos.

Hay palabras que por las ideas que revelan llaman la atención y atraen simpatías hacia los seres que las pronuncian, por ello se debe:

- comunicar rápido y conciso.

- repetir lo menos posible para lograr un rápido entendimiento.

- establecer una atmósfera donde todos focalicen la atención y sepan lo que tienen que hacer.

(este articulo es obra del  profesor Daniel Ramos con Licencia Uefa – Fifa Pro, con algun comentario o puntualización mia).

¿Cuál debería ser la filosofía del entrenador de fútbol base?

¿Cuál debería ser la filosofía del entrenador de fútbol base?

¿CUÁL DEBERÍA SER LA FILOSOFÍA DEL ENTRENADOR DE FUTBOL BASE?

“Ganar no es lo único importante, pero esforzarse por lograrlo sí lo es. El éxito consiste en esforzarse al máximo para obtener la victoria”.

Imaginamos que somos entrenadores de futbol base, debemos tener en cuenta que la filosofía que debe primar es la de recompensar el esfuerzo de los jóvenes futbolistas, en este caso nuestros alumnos. El resultado podrá ser positivo o negativo pero debemos premiar a aquellos que se esfuerzan por conseguir lo que se propone.

Vamos a poner un ejemplo claro, si dentro de nuestra sesión estamos entrenando el pase, el niño obtendrá un mayor o menor éxito en función de su nivel de esfuerzo ante la actividad planteada por el entrenador. De igual forma, como hemos dicho anteriormente, este deberá premiar y ayudar a la adquisición de dicha habilidad por parte de los alumnos.

“Cuando intentáis hacerlo lo mejor posible siempre sois ganadores, aunque a veces, el otro equipo marque más goles”.

Dentro del trabajo en equipo, debemos también inculcar a los niños la importancia de trabajar y mejorar en función de las posibilidades de cada uno, para que al final siempre seamos ganadores.

Fomentar esta filosofía es complicado por el entorno competitivo en el que vivimos y por la inevitable comparación con los demás. Aun así, la práctica de esta filosofía llevará al niño y al adulto a disfrutar el fútbol más allá del éxito por ganar. Esto es lo que realmente importa en esta etapa de aprendizaje, no solo ganar. Cuántas veces hemos visto a muchos equipos ganar en las primeras etapas de formación y, por centrarse solo en ganar su formación no ha sido la adecuada, derivando en un equipo o jugadores del “montón” en la etapa señor.

Ganar no lo es todo en futbol base

Hay multitud de variables en la etapa de formación del jugador en el futbol base que como entrenadores de categorías inferiores debemos fomentar entre nuestros “pequeños futbolistas”.

Por otro lado, el fracaso no es sinónimo de derrota ni el éxito lo es de victoria. El éxito está en la superación diaria de nuestro alumno y en tener ese afán por conseguir avanzar en cada entrenamiento partiendo de sus capacidades iniciales. Por tanto, es muy importante tener en cuenta más que el resultado en estas categorías, el esfuerzo y las capacidades de los niños.

(Este artículo está basado en el “Manual del entrenador de futbol base” de David Luis Sànchez Latorre).

Consejos para el entrenador de futbol base

Consejos para el entrenador de futbol base

Al entrenar en categorías inferiores deberíamos tener en cuenta una serie de directrices o pautas de actuación en el trabajo con los niños.

1.- Utilizar el refuerzo positivo. Así potenciamos la actividad del jugador a la vez que lo motivamos. Cada vez que nuestro alumno realice un logro habrá que reconocérselo y estar ahí para premiarlo.

2.- Recompensaremos las conductas correctas tan pronto como se produzcan. De esta manera potenciamos la asociación entre conducta o actividad y éxito.

3.- Premiar los esfuerzos tanto como los resultados. Hay que comprender que son niños y no futbolistas de élite. En la parte inicial de este post hemos explicado la importancia del esfuerzo del niño y su valoración por parte del entrenador.

4.- Animar inmediatamente después de que el niño cometa un error, si sabe corregirlo sino habrá que explicárselo hasta que lo entienda de la manera más amable posible con la intención de ayudar.

5.- Cuando las cosas van mal, no castigar. Hay que evitar los castigos, intentamos dar ánimos y le ofrecemos un repaso de cómo corregirlo para que no se produzca más veces, siempre de una manera positiva, tratar de que lo entienda para que una al grupo.

6.- Mantener el orden en el grupo. Cuando vayamos a realizar una evaluación del progreso hay que tener en cuenta las capacidades individuales de partida de cada jugador.

7.- Implicar a los futbolistas en la obtención de conductas para favorecer un buen clima en el grupo. Es decir, dar responsabilidades a cada jugador para favorecer el proceso de enseñanza del grupo así se sentirán todos partícipes.

8.- Intentaremos lograr un equilibrio entre disciplina y libertad. Si se trabaja bien se otorgará la recompensa y no al revés para no crear malas conductas. El niño tiene que asociar conseguir el premio con realizar las actividades con una buena conducta independientemente de sus capacidades.

9.- Cada miembro del equipo debe sentirse parte del mismo. Todos serán importantes y así deben sentirlo. Siempre habrá en los equipos jugadores que sus capacidades sean menores al resto del grupo pero el entrenador deberá integrarlos siendo consciente de que está en una etapa de formación. Si un jugador es suplente y le dedicamos menos tiempo, seguirá siendo más suplente.

10.- Animar a los jugadores a que se apoyen entre ellos y recompensarlos cuando lo hagan.

11.- Permitir a los futbolistas explicar sus acciones. Hay que dar un buen ejemplo de comportamiento.

12.- Participación de los jugadores en las reglas del equipo. Estas reglas deben ser sencillas, justas y apropiadas para la edad.

13.- Evitar charlas largas. Los niños se distraen con mucha facilidad y darlos un discurso largo no va a servir de nada porque no se van a enterar lo más probable a consecuencia de se alto nivel de distracción propio de la edad temprana. No hay que extendernos mucho en nuestras charlas.

14.- Si establecemos sanciones, privaremos al futbolista de algo que sea valioso para él. Cada jugador es diferente y lo que puede ser valioso para uno, para el otro no lo es por ello es importante conocer al alumno. No deberíamos utilizar actividades físicas como castigos, ya que pueden volverse aversivas.

15.-No dar ánimos o instrucciones de forma sarcástica.

Decálogo de un entrenador de escuela.

Decálogo de un entrenador de escuela.

DECÁLOGO DE UN ENTRENADOR DE ESCUELA

1.- El éxito del entrenador no es proporcional a los partidos que gana, sino al número de niños que se divierten haciendo deporte con él.

2.- Trabajando con niños todo es posible. El pequeño crece, el malo mejora, el travieso atiende, el modesto gana campeonatos...

3.- Ningún entrenador tiene derecho a cerrarle las puertas a un niño que quiere hacer deporte con él. Todos son válidos, todos juegan. Paciencia, no cansarse nunca de repetir.

4.- Entender las prioridades que deben regir la vida de un niño al margen del deporte: estudiar, divertirse, estar con la familia...

5.- Cada entrenamiento es una fiesta. Inventar los ejercicios es mucho más interesante que copiarlos. Mejor si son dinámicos, entretenidos y con un porqué; que no coarten la creatividad del niño. Favorecer la competición. Enseñar a pelear con deportividad, a perder y a ganar.

6.- ¿Quién dice que lo único que puede hacer un equipo es deporte? Hay muchas más formas de pasarlo bien y aprender juntos. ¿Por qué perdérselas?

7.- Los problemas externos (con club, padres, árbitros, federaciones...) no deben llegar nunca a los niños.

8.- El entrenador debe saber que es ejemplo para los niños las 24 horas del día. En su relación con la gente, en sus hábitos, sus estudios, su vocabulario, su carácter... Ellos, sin darse cuenta, lo imitan todo sin distinguir entre lo que es correcto y lo que no.

9.- La mejor formar de progresar como entrenador es asumir personalmente la culpa de todo lo malo que le pase al equipo, afrontar los problemas y encontrar soluciones creativas que transformen esos problemas en virtudes.

10.- Trabajar más y mejor cada día, con exigencia y disciplina. Las recompensas llegan si no las esperas.

¿Porquè ha de tener el entrenador el liderazgo de su equipo?

¿Porquè ha de tener el entrenador el liderazgo de su equipo?

a.- El entrenador debe ser siempre un espejo donde puedan mirarse sus jugadores y un modelo de comportamiento para ellos, el entrenador debe ser su referencia cuando busquen respuestas.

b.- El entrenador debe adelantarse a los acontecimientos y prever situaciones de futuro para actuar con tiempo de la forma más adecuada.

c.- El entrenador debe ser el motor de su equipo, debe tirar del carro y sus jugadores deben seguirle y para ello debe ilusionarlos y hacerlos creer en su proyecto.

d.- El entrenador debe delegar responsabilidades en los demás. Debe hacer que todos tengan sus responsabilidades dentro del equipo y que vean que la suma del trabajo individual impulsa exponencialmente al equipo.

e.- El entrenador debe ordenar las tareas a realizar y debe distinguir entre lo importante, lo urgente y lo que puede esperar.  No debe perder tiempo en “rizar rizos”, debe actuar.

f.- El entrenador debe fomentar las relaciones entre sus jugadores, padres, etc, y organizar eventos extradeportivos que fortalezcan los lazos emocionales de todos los implicados.

g.- El entrenador puede escuchar a los demás, sus ideas, sugerencias, proyectos, etc. En la vida nunca acabamos de aprender. Sus éxitos no se deben convertir en una tumbona, sino en un trampolín para volar más alto.

h.- El entrenador no debe nunca perder la autoridad frente a sus jugadores pase lo que pase. Es lo que más cuesta ganar y lo más fácil de perder. Debe mostrarse firme en sus decisiones y que todos sepan que antes de tomar una ha escuchado y valorado todas las opciones.

i.- El entrenador debe reconocer los logros de los demás, a todo el mundo le gusta una palmadita en la espalda.

j.- El entrenador no debe bloquearse ante una situación. Muchas veces los bloqueos son producto de nuestras barreras mentales. Debe analizar la situación y buscar en qué elemento que la compone puede actuar para mejorarla o cambiarla. Debe mantener la cabeza limpia de prejuicios y debe adaptarse a las nuevas situaciones pensando que son nuevas oportunidades.

¿Porqué la motivación de los jugadores es la base del éxito deportivo?

¿Porqué la motivación de los jugadores es la base del éxito deportivo?

a.- El entrenador debe tener las sesiones de entrenamiento preparadas hasta el último minuto y con las tareas bien secuenciadas. Esto le permitirá centrarse más en el comportamiento de sus jugadores y saber en cada momento qué consignas debes dar.

b.- Los contenidos de las sesiones de entrenamiento deben ser útiles para sus jugadores, deben encontrarles un sentido por el cual vale la pena escuchar y seguir al entrenador.

c.- Las sesiones de entrenamiento ante todo son un escenario de alegría y diversión, el entrenador no las debe convertir en un aburrido lugar de adiestramiento.

d.- El entrenador debe preparar todas las tareas persiguiendo un objetivo técnico, que no generen colas ni aburrimientos innecesarios, la actividad debe ser continua. Cada tarea debe ser un motivo de superación y reto para sus jugadores.

e.- El entrenador debe exponer a sus jugadores de forma clara qué objetivos deben alcanzar a final de temporada y también los de cada día de entrenamiento. Debe razonarlos y si lo cree conveniente modificarlos , comprobando que todos están de acuerdo, y a partir de ahí , luchar por ellos.

f.- La forma de presentar la sesión de entrenamiento y administrar los contenidos debe ser ajustada al grupo que conduce, no todo sirve para todos.

g.- El entrenador debe escuchar y hablar con sus jugadores, aunque sean temas que no tengan nada que ver con la actividad deportiva. Potenciará sus lazos emocionales con ellos.

h.- El entrenador debe asignar objetivos individuales, tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo: estudios, relación con los padres, amigos, actividades, etc., demostrandoles que le interesan sus vidas y lo que les sucede.

i.- El entrenador debe conseguir que los jugadores sientan el equipo, que vibren con él , que amen el deporte que practican. Para ello puede organizar eventos relacionados con su deporte, salidas a ver partidos de profesionales, fiestas que como eje tengan el deporte practicado, etc.

j.- El entrenador debe reconocer los méritos a sus jugadores y agradecerles (sin caer en el servilismo, de forma sobria) los esfuerzos que realizan para conseguirlos y premiarlos cuando se van alcanzando los objetivos.

¿Cómo solucionar los problemas de desmotivación?

a.- El entrenador debe observar bien a sus jugadores para detectar precozmente la desmotivación, dialogar con él y asumir el problema.

b.- El entrenador debe tratar de implicar a la familia en la actividad y en el plan de estudio o trabajo.

c.- El entrenador debe hacer atractivos y divertidos los entrenamientos y dar emoción a los ejercicios.

d.- El entrenador debe estimular la sana competitividad y recompensar los esfuerzos.

e.- El entrenador debe planificar los objetivos con ilusión y esperanza y evitar las rutinas.

f.- El entrenador debe estimular el diálogo en el grupo, el trabajo en equipo reconocer sus valores y ayudarle con su autoestima.

¿ Cómo puede encontrar el entrenador el éxito deportivo?

¿ Cómo puede encontrar el entrenador el éxito deportivo?

a.- Si no hay esfuerzo, no hay mejora. Debe intentar que sus jugadores estan constantemente  motivados para un mejor esfuerzo.

b.- Sólo con el día a día y el seguimiento de la planificación se lograrán los éxitos.

c.- Ha de buscar la máxima concentración para cada ejercicio, para sacarle el máximo provecho.

d.- Hay que tener presente la competición, basando el entrenamiento en un análisis observacional de la competición.

e.- Para la constancia y el trabajo, ha de estar motivado y eso se consigue levantándose después de cada derrota o fracaso deportivo.

f.- Ha de mantener un plan evolutivo correcto, sería adecuado realizar tests de evaluación progresivos.

g.- Hay que trabajar con la exigencia necesaria, evitando que la presión afecte negativamente al equipo.

h.- El entrenamiento tiene que ser rico y provechoso para el jugador, en todas las situaciones que éste se encuentre.

i.- Para un mejor esfuerzo el entrenador debe intentar fomentar la competitividad sana entre los jugadores.

j.- En un equipo, todo el mundo tiene que estar implicado y luchar por el mismo objetivo. Sin esta unidad será complicado alcanzar el éxito que como grupo nos planteamos.

¿Qué debe hacer el entrenador para que su equipo rinda en la competición como él espera?

¿Qué debe hacer el entrenador para que su equipo rinda en la competición como él espera?

a.- Conocer la exigencia, el contexto y la normativa de la competición para poder marcarse los objetivos.

b.- Una vez conozca las capacidades de sus jugadores y las exigidas de la competición debe fijarse unos objetivos individuales y colectivos que no sean ni muy ni poco alcanzables.

c.- Repartir el contenido del entrenamiento (técnico, táctico y físico) para llegar al momento adecuado y con el entrenamiento suficiente por lograr el objetivo.

d.- Intentar no cambiar la planificación y sacar conclusiones constantemente para mejorarla en un futuro. Trabajar como mínimo siempre los objetivos básicos.

e.- Los entrenamientos tienen que ser lo más transferibles a la competición, a la vez que adaptados a su equipo o al propio entrenamiento individual.

f.- La competición no le debe aportar ningún estrés ni acumulación de agotamiento más que el propio de la competición. Cuando mejor esté en el trabajo y en casa mejor rendirá en la competición.

g.- Tiene que realizar autoevaluaciones tras cada competición o proceso de entrenamiento para, así, mejorar y saber dónde ha fallado y qué tendría que añadir, modificar o eliminar.

h.- Para mantener el nivel dentro de la competición y estar en plenas condiciones psíquicas, tiene que saber aceptar los resultados de la competición con deportividad.

i.- Si quiere llegar a los objetivos, o bien superarlos, debe tener una actitud de trabajo constante, con el esfuerzo necesario. De lo contrario, no se lograrán los objetivos.

j.- Gran parte de los resultados que el entrenador obtiene son fruto de sus condiciones psicológicas, puesto que son la base del buen entrenamiento. En competición debe estar concentrado y con la propia seguridad de saber que lo puede hacer. Tiene que creer en sus posibilidades.

¿Quién ayuda al entrenador?

¿Quién ayuda al entrenador?

Un entrenador siempre ha de estar rodeado de un buen equipo de colaboradores para conseguir que su trabajo sea lo más eficaz posible.

Cuando hablamos de nivel profesional el equipo de trabajo que rodea al entrenador suele estar formado por el segundo entrenador, un técnico que prepara específicamente a los porteros, el preparador físico, el médico, el fisioterapeuta y en algunos equipos también un psicólogo.

Obviamente no en todo los clubs el entrenador dispone de semejante colaboración. Todo depende de la categoría del equipo y sobre todo del potencial económico que disponga y si hablamos de categorías amateurs o de iniciación posiblemente la colaboración se reduzca a un SEGUNDO ENTRENADOR.

Características generales que debe reunir un segundo entrenador:

 - Siempre ha de ser una persona de “total confianza” elegida por el primer entrenador y nunca impuesta por el club. 

- Debe de ser alguien que en base a esa confianza que se tiene en él, se le da la responsabilidad y atribuciones suficientes para realizar su trabajo, haciéndole que se sienta importante dentro del grupo y sobre todo no desautorizándolo nunca en público. De ahí la importancia de la “conexión” que debe de existir siempre entre el primer y el segundo técnicos para funcionar en equipo y estar en perfecta sintonía el uno con el otro.

- La misión del segundo entrenador es muy amplia y sirve entre otras cosas para “descargar” de trabajo al primero, que delega en él determinadas funciones que son de una gran importancia para el correcto funcionamiento del equipo.

- Antiguamente el segundo entrenador se limitaba en los entrenamientos a pitar los partidos, repartir los petos y entrenar a los porteros. Hoy en día eso ha cambiado y el trabajo a dúo con el primer entrenador ha significado una mejora importante en la preparación del equipo.

- Las misiones específicas del segundo entrenador pueden abarcar los siguientes apartados:

- Ayudar a controlar el vestuario y servir de enlace entre los jugadores y el primer entrenador.

- Trabajo específico con los porteros.

- Trabajo individual con determinados jugadores que necesiten mejorar sus condiciones técnicas. Esto es importante sobre todo en categorías inferiores.

- Trabajo en grupos repartiéndose el equipo con el primer entrenador.

- Entrenamiento y recuperación con jugadores que por diversos motivos deben de trabajar a parte del grupo principal por que han salido de una lesión ó están cortos de preparación por diversos motivos.

- Dirigir los calentamientos, estiramientos (inicio y final) y relajación (final) en las sesiones de entrenamiento. Esto lo realiza habitualmente el preparador físico, pero no todos los equipos disponen de un profesional de estas características, sobre todo los clubs no profesionales.

- Llevar controles estadísticos sobre la plantilla relacionada con entrenamientos realizados y partidos disputados entre otros aspectos.

- Realizar informes sobre los equipos contrarios.

- Crear un “buen ambiente” en el vestuario.

- Sustituir con garantía al entrenador principal cuando haga falta por necesidades de trabajo ó simplemente si éste se pone enfermo, etc….

¿Cuáles deben ser las funciones o misiones del entrenador?

¿Cuáles deben ser las funciones o misiones del entrenador?

Hay una serie de funciones que están especificadas en su contrato y que podríamos decir que son “sagradas” y que forman parte de sus derechos como entrenador y que están otorgados por ley. Todos los entrenadores hemos firmado contratos y sabemos lo que ponen y “nunca” debemos renunciar a lo que nos pertenece por muchas presiones que recibamos. Ya sabemos que en el mundo del fútbol hay “personajes” que les encanta ser entrenadores cuando no lo son, porque ni tienen la titulación correspondiente y mucho menos los conocimientos necesarios.

Una vez realizada esta pequeña introducción sobre las misiones del entrenador diríamos lo siguiente con relación a toda la labor que ha de realizar en un equipo.

- Fijar los objetivos a cumplir por el equipo.

- Planificar y dirigir las sesiones de entrenamiento.

- Establecer unas normas de comportamiento para el grupo y saber aplicar las sanciones correspondientes cuando estas se incumplan.

- Premiar siempre las acciones positivas que vayan encaminadas a beneficiar al equipo.

- Saber sacarle a la plantilla todo el rendimiento que es capaz de dar, tanto a nivel individual como colectivo.

- Colocar a cada jugador en el puesto que pueda rendir más y también saber adaptarlo con arreglo a sus condiciones individuales a otras demarcaciones donde pueda aportar un buen trabajo en beneficio del equipo.

- Elegir a los “mejores” jugadores para cada partido y eso no quiere decir que los “mejores” sean siempre los más dotados técnicamente, sino los que en ante la inminencia de un partido están en un momento óptimo de forma para hacer los más rentable posible su aportación al equipo.

- Entrenar tanto a nivel colectivo como individual, ya que a veces solamente se realiza un trabajo especifico con los porteros y también existen otras demarcaciones que son susceptibles de mejora si se trabajan de forma individualizada ó en pequeños grupos.

- Dotar al equipo de un/unos sistemas de juego y sus variantes, así como establecer y trabajar  los principios defensivos y ofensivos del equipo y dotar al mismo de un amplio campo de jugadas estratégicas.

- Conseguir que los entrenamiento sean “reales”, es decir, lo más parecido a los partidos y para eso las sesiones de trabajo han de tener unos niveles de intensidad y exigencia mínimos. Hay una frase muy conocida en el fútbol y que es absolutamente cierta que dice: “Se juega como se entrena”.

- Estar con el equipo tanto cuando se gana como cuando no. Si se pierde es cuando más hay que apoyar al futbolista, animándole y enseñándole a asumir las derrotas para que sepa procesarlas y sacar conclusiones de ellas que le sirvan de ayuda para los siguientes partidos.

- No dejar nunca que el mal comportamiento de un futbolista pueda desestabilizar al grupo.

- Saber manejar y dirigir al equipo tanto a nivel individual como colectivo en los entrenamientos y en los partidos por igual. Si se entrena bien pero se dirige mal no vale y viceversa tampoco.

- Saber controlar el exceso de “euforia” cuando los buenos resultados se producen de forma continuada. Hay que saber preparar al equipo para cuando la derrota aparezca por que tarde ó temprano llega.

- Es muy importante trabajar con los futbolistas el aspecto de la “concentración” tanto en los entrenamientos como en los partidos. Muchas veces el jugador se distrae charlando con el compañero durante una sesión de entrenamiento ó durante un partido se preocupa más de lo que el público le dice que de la misión que debe de realizar en el terreno de juego. Estos aspectos y otros semejantes han de tenerlos muy en cuenta el entrenador para lograr que el futbolista esté plenamente concentrado en su trabajo y evite todo tipo de distracciones que perjudiquen la labor que ha de realizar.

- Conseguir una total implicación de los futbolistas en el trabajo que se realiza. Que nadie se encuentre al margen del equipo. Hay que inculcarles a todos los jugadores la “idea de grupo”, la importancia de la palabra “equipo” y todo lo que significa. Que todos tengan muy claro que el los objetivos que se establecen sólo se pueden conseguir con las suma de los esfuerzos de todos los componentes de la plantilla y que si hay alguien que no asume sus responsabilidades ó se “esconde” a la hora de dar lo mejor que lleva dentro, a parte de perjudicarse a si mismo, también perjudica a sus compañeros que es mucho peor.

El jugador tiene que saber siempre que el equipo es “su mejor compañero”, el que en todo momento está ahí para apoyarlo, el que nunca le va a fallar por que es el compañero más fuerte (su fuerza viene dada por la suma del esfuerzo colectivo), por lo tanto el futbolista ha de ser reciproco con el equipo y aportar todo lo que lleva dentro en beneficio del bien común.

- Antes de los partidos hay que ser lo suficientemente previsor para tener alternativas disponibles a determinadas situaciones que se pueden plantear durante el desarrollo del juego: Cambios por lesiones, sanciones, bajo rendimiento, variantes ó cambios en el sistema de juego utilizado, situaciones diversas, como por ejemplo, quedarse sin portero y tener que utilizar un jugador de campo….. etc.

- Disponer de la información más detallada posible de la plantilla. Datos completos de los jugadores , físicos, técnicos, psicológicos, etc….. Realizar los test de evaluación física y de esfuerzo, así como obtener los datos antropométricos de la plantilla.

- Información sobre los equipos contrarios. Todo aquello que se pueda considerar necesario para utilizarlo en la planificación y planteamiento de los partidos a disputar.

¿Qué cualidades ha de tener un entrenador para triunfar (ó simplemente para ser un buen técnico) - 1?

¿Qué cualidades ha de tener un entrenador para triunfar (ó simplemente para ser un buen técnico) - 1?

Son tantas que es prácticamente imposible que una sola persona por muy buen entrenador que sea y por muchos títulos que haya conseguido pueda reunirlas todas. Es evidente que cuantas más cualidades posea de las que a continuación se nombran, mejor entrenador será. He tratado de recopilar las que a juicio de unos y otros entrenadores de los que tengo conocimiento son importantes y a parte las que a mi particularmente me parecen primordiales. No se enumeran en ningún orden de preferencia pues en algunos casos no sabría determinar cuales son más importante que otras, lo que si tengo claro es que hay algunas cualidades que son imprescindibles para un entrenador.

- LIDERAZGO: Tener capacidad para manejar y dirigir un grupo y al mismo tiempo controlar el entorno que lo rodea.

- VOCACION: Tiene que gustarle el “oficio”, aunque esto es válido para desarrollar con éxito cualquier profesión que se elija.

- AUTOCONTROL: Para afrontar con serenidad y sosiego situaciones complicadas que van a presentar a lo largo de la competición en las que el entrenador por el puesto que ocupa debe ser el primero en mantener la calma.

- MOTIVADOR: Ha de saber motivar a sus jugadores para que desarrollen todo su potencial deportivo aplicando para ello los métodos mas adecuados.

- PSICOLOGO: Tiene que conocer las diferentes personalidades de cada jugador para saber tratarlos a nivel individual. En deportes de equipo no sólo hay que estudiar la psicología del grupo en su conjunto, también hay que preocuparse de las individualidades ya que cada futbolista es diferente y hay que saber tratarlos según su forma de ser. Los hay de todas clases, tímidos, conflictivos, inseguros, vagos, indisciplinados etc….

- ORGANIZADOR: Hay que tener capacidad para saber planificar y organizar el trabajo y llevarlo a la practica de una forma metódica y controlada.

- AMBICIOSO: El entrenador ha de aspirar siempre a lo máximo. Y no conformarse con éxitos parciales cuando se pueden conseguir metas superiores.

- DECIDIDO: Hay que atreverse en cada momento a tomar las decisiones más convenientes para el equipo aunque estas no sean en esos momentos las más populares ó más del agrado del equipo, directiva, afición etc….

- EXTROVERTIDO: Para entusiasmarse con su trabajo y saber contagiar ese entusiasmo a sus futbolistas.

- RECEPTIVO: Saber escuchar y aceptar criticas constructivas para corregir posibles errores. El entrenador no debe de creer nunca que lo sabe todo ó que siempre está en posesión de la verdad, aunque al final es “siempre quien tiene la última palabra a la hora de tomar decisiones que solamente son de su competencia”.

- CARISMATICO: Que los futbolistas a los que dirige tengan plena confianza en él y en su trabajo y que lo valoren por su capacidad y prestigio.

- RECEPTIVO: Para saber aceptar la crítica constructiva que se le haga y rectificar cuando toma decisiones equivocadas ó cometa errores. El entrenador no debe de creerse en posesión de la verdad y pensar que siempre tiene razón. Debe de saber escuchar otras opiniones aunque al final tenga la última palabra en lo relacionado a las funciones que solamente son de su exclusiva competencia y de nadie más.

- PERSEVERANTE: Para “creer” el trabajo que realiza. Ser constante en sus planteamientos cuando está convencido de ellos y que el camino trazado es el más conveniente aunque a veces los resultados digan lo contrario.

- FIRME: Saber en todo momento el “terreno” que pisa y mostrar la firmeza necesaria en su forma de dirigir al equipo y no demostrar en ningún momento la inseguridad propia del que a veces no sabe por donde anda.

- COMUNICADOR: Para saber transmitir sus conocimientos. No basta con ser un experto en la materia, hay que saber hacer llegar eses conocimiento a su destinatario. Hay exfútbolistas, por ejemplo, que habiendo sido grandes figuras ó excelentes profesionales en el terreno de juego, cuando se convierten en entrenadores no saben hacer llegar a sus discípulos lo que ellos sabían desarrollar estupendamente en la practica cuando estaban en activo. Para comunicar no solamente se debe de emplear la palabra, también se utilizan gestos, miradas, movimientos de manos, la forma de hablar, buscando un lenguaje que se entienda y que conecte con la persona a la que se le está transmitiendo algo. Hay que saber dar tranquilidad cuando hace falta, bajar el tono de voz ó subirlo según las necesidades del momento. En definitiva, lo que se transmite tiene que ofrecerle seguridad al jugador para conseguir el objetivo marcado, convicción en el sistema de juego empleado y credibilidad para saber que la dirección elegida es la correcta para conseguir el objetivo establecido.

- EXIGENTE: Nunca hay que dejar que el futbolista se “acomode”. Es necesario exigirle al máximo de sus posibilidades, aunque tampoco se le puede pedir más de lo que puede dar. El entrenador debe de mostrar siempre vigor a la hora de realizar su trabajo, que ningún futbolista actúe con desgana ó se muestre excesivamente conformistas y mucho menos que eso y otros aspectos negativos como pueden ser el pesimismo ó el desanimo los contagie al resto del equipo, ahí es donde el entrenador debe de mostrar su fuerza como director del grupo.

- OBSERVADOR: Ser consciente de todo lo que le rodea. Saber ver lo que sucede no sólo dentro del equipo, también alrededor de él. Sacar continuamente conclusiones de todo lo que observa, de sus jugadores, del equipo contrario, de otros entrenadores etc….

- PROFESIONAL: Tanto a la hora de entrenar como en el momento de dirigir al equipo en los partidos, el entrenador debe de tenerlo todo “controlado”, hasta el más mínimo detalle. No dejar nada a la improvisación demostrando en todo momento su total profesionalidad. Un entrenador tiene que saber manejar siempre todos los mecanismos de su profesión y tener los recursos suficientes para desenvolverse en situaciones comprometidas.

-PREPARACION: El entrenador necesita todo un “ arsenal de conocimientos”. Debe de estar plenamente actualizado. Como se suele decir “estar al día”. Siempre pendiente de todas las novedades que se produzcan en el desarrollo de su actividad. Ha de estar continuamente reciclándose e incrementando sus conocimientos, por eso es fundamental su capacidad para “aprender y mejorar”.Debe de examinar y leer todo aquel material que en forma de libros, revistas especializadas, artículos, trabajos, informes, dossier, etc… caiga en sus manos y que considere interesante, También ha de moverse por esa fuente inagotable de documentación que es Internet y visionar igualmente material en otro tipo de formatos como video, DVD, CD.Rom etc….Procurará asistir a charlas, clínic, seminarios, reuniones, jornadas, congresos y otros eventos relacionados con su actividad para incrementar sus conocimientos y realizar siempre que pueda cursos de perfeccionamiento y actualización para estar a la altura de las cada vez mayores exigencia que demanda su trabajo. Cuando se tiene una” vocación auténtica por ser entrenador uno es consciente de que nunca sabe lo suficiente y de que jamás termina de aprender”.

Autor: Paco Arias. Técnico Deportivo Superior y Entrenador Nacional de Fútbol.

¿Qué cualidades ha de tener un entrenador para triunfar (ó simplemente para ser un buen técnico) - 2?

¿Qué cualidades ha de tener un entrenador para triunfar (ó simplemente para ser un buen técnico) - 2?

- No tener ANIMADVERSION contra ningún jugador. A veces el entrenador le coge manía a un futbolista y eso hace que no sea ecuánime a la hora de alinearlo.

- Tener un ASPECTO ADECUADO con arreglo a la profesión que desempeña. Muchas veces el entrenador descuida su forma física y su aspecto con exceso de peso proyectando una imagen negativa antes sus jugadores, ¿Cómo les vas a pedir a tus futbolistas que corran y se esfuercen cuando tú eres incapaz de mantenerte minimamente en forma?

- Saber inculcarle al futbolista el concepto de PROGRESION en el trabajo. Ya sabemos que a nivel profesional “sólo vale ganar”, pero también es muy importante trazarse el objetivo de mejorar día a día sobre todo en categorías inferiores.

- Saber aplicar en todo momento REFUERZOS POSITIVOS a la hora de motivar al futbolista. Cualquier mejora, cualquier avance que se produzca por pequeño que sea debe de hacerlo patente para que al jugador le sirva de estímulo sobre todo si se trata de alguien que se está iniciando en el fútbol.

- Saber CORREGIR principalmente cuando se trabaja con futbolistas jóvenes. No se trata sólo de entrenar y cumplir un plan establecido, a nivel individual hay que estar pendiente de los errores que se cometen y hacérselos ver al jugador para que no vuelva a repetirlos, tratando también de ser comprensivo con esos fallos sobre todo cuando quien los comete hace todo lo posible por intentar hacerlo bien.

- No ser un DICTADOR. Las cosas no se hacen “por que a mí me da la gana”, hay que explicar detalladamente el trabajo que se va a realizar, que se pretende conseguir y sobre todo “convencer” de su eficacia. Igualmente en otro tipo de decisiones el entrenador será mucho más eficaz en su trabajo si a la hora de tomar decisiones aplica el famoso dicho de utilizar “la fuerza de la razón y no la razón de la fuerza”.

- Tener las IDEAS CLARAS. No confundir a los futbolistas con cambios continuos que los lleven a la desorientación. No estar continuamente cambiando en función del contrario. Hay que preocuparse más de “cómo está nuestra propia casa que la del vecino”. Por eso es muy importante dotar al equipo de un “estilo propio” e ir perfeccionándolo cada día. Eso siempre es mucho mejor que estar realizando cambios continuos y empezando cada vez de cero.

- Saber CONCRETAR a la hora de dar instrucciones a los jugadores especialmente en los partidos. No se debe de agobiar al futbolista con un exceso de información ya que muchas veces se consigue el efecto contrario a lo que se pretende y en vez de aclarar lo que se consigue es confundir. Hay que ser concreto e “ir al grano” dejándole claro lo que nos interesa conseguir de él.

Si se tiene la suerte de estar una temporada entera en un equipo (En España eso por desgracia para los entrenadores no suele ser lo más habitual), tiempo habrá para ir poco a poco suministrándole al jugador las consignas necesarias para que las vaya asimilando de forma progresiva.

- Ser REALISTA a la hora de fijar objetivos. Hay que tener siempre “los pies en el suelo” y no marcarse metas imposibles de cumplir. A nivel individual es muy importante indicarle al futbolista cuales son sus límites, para que sepa lo que puede y lo que no debe de hacer.

- Ser un entrenador CREIBLE. Al futbolista no hay que engañarlo con falsa promesas y decirle el lunes que va a jugar el domingo para tenerlo contento ó que si estuvo de reserva en un partido ó no fue convocado, que va a tener su oportunidad en el siguiente cuando en realidad no es así. Cuando se promete algo hay que cumplirlo en caso contrario es mejor no decir nada por que si el entrenador pierde su credibilidad ante el jugador eso le va a perjudicar enormemente en su trabajo.

- Existen más cualidades que benefician la figura del entrenador como son el DINAMISMO para estar continuamente buscando nuevas fórmulas e ideas para mejorar el equipo.En este aspecto el técnico que pretenda mejorar a su equipo nunca debe de quedarse parado.

- El OPTIMISMO para ver siempre el lado positivo de las cosas, sobre todo en las derrotas ó cuando las cosas no salen todo lo bien que uno quisiera.

- La INICIATIVA, para atreverse realizar planteamientos diferentes que en ocasiones llevan su cuota de riesgo.

- La HUMANIDAD, para saber tratar a los futbolistas con las dosis de afecto y comprensión que como personas se merecen.

El entrenador no es un “Sargento de Marines” ni un “Hombre de hielo”, es una persona y para que sus jugadores los respeten no hace falta que se muestre como un ser frío y distante (aunque esto va un poco relacionado con la forma de ser de cada uno), solamente debe de “saber estar en su puesto siempre”.

Autor: Paco Arias. Técnico Deportivo Superior y Entrenador Nacional de Fútbol.